Tortícolis congénita

Tortícolis congénita

Escrito por: Sacra    24 julio 2010     2 minutos

Se conoce como tortícolis congénita aquella contractura en el músculo del cuello, concretamente el esternocleidomastoideo, y que provoca al bebé a tener el cuello inclinado hacia un lado, limitando completamente sus movimientos, de ahí que su cabeza siempre se inclinará hacia el mismo lado no pudiendo realizar la rotación.

Este problema viene debido a una mala posición del bebé durante la gestación o, también puede suceder, cuando se enfrenta a partos dificultosos en los que el pequeño tiene que hacer mucho esfuerzo con el cuello para abrirse paso. Se detecta fácilmente ya que, nada más nacer, se puede observar que mantiene una posición fija y su cabeza sólo puede ladearse hacia un lado.

En casos más graves, la sobrecarga de peso en esa zona, puede provocar la aparición de un bulto o, incluso otros problemas en cuanto a la asimetría de su cuerpo o cabeza. Siempre valorado por el especialista, será el que te aconseje si necesita de una operación quirúrgica. Aunque, afortunadamente, estos suelen ser los casos más aislados.

En la mayoría de bebés que presentan este tipo de anomalía se soluciona favorablemente alrededor del octavo o noveno mes y practicándole, regularmente, una serie de ejercicios diarios para mejorar la flexibilidad del músculo dañado. Estos ejercicios, siempre realizados por un fisioterapeuta experto, consisten en inclinar la cabeza del bebé hacia el lugar donde se encuentra el problema.

Por su parte, los padres, deben intentar ayudar a estos ejercicios médicos con pequeños gestos que se producen en el día a día. Hablarle o enseñarle sus juguetes por el lado que debemos corregir, cambiarle regularmente de posición o a la hora de llevarlo en brazos colocar su cabeza en nuestro hombro por la parte que no tiene la deformidad e intentar mantenerlo así con nuestro mentón.

Vía | Pequelia