
El nacimiento de un bebé produce diferentes expectativas en el entorno más cercano. Y dichas expectativas no siempre se alinean en la misma dirección. Así ocurre, por ejemplo, cuando alguien planifica una visita para conocer al niño y, sin embargo, su buena intención choca con la incomodidad que esa sorpresa inesperada produce en el hogar. El nacimiento de un bebé genera un cambio significativo en la intimidad familiar.
Existen varios factores que influyen en la elección del nombre de un hijo. Algunos nombres propios están vinculados con la pronunciación de sus posibles diminutivos. En Uno más en la Familia compartimos seis curiosidades sobre esta cuestión.
Son muchos los factores que influyen en la elección del nombre de un hijo. El gusto personal de los progenitores es uno de los aspectos determinantes. Sin embargo, la percepción de la belleza de un nombre también está condicionada por el contexto social y cultural. De este modo, algunas propuestas se convierten en tendencias que inspiran a las familias que se encuentran en el momento de decidir una cuestión tan especial. El Instituto Nacional de Estadística informa sobre cuáles son los nombres más populares de los recién nacidos en el pasado año. El número de nacimientos que se contextualiza en dicho periodo es de 336.811. El 51,6% corresponde a niños y el 48,4% a niñas.
Un ser humano experimenta distintas necesidades emocionales a lo largo de su vida. Las circunstancias externas no determinan la respuesta personal, pero sí influyen en el contexto que atraviesa el protagonista. El pasado 17 de noviembre se celebró el Día Mundial del Niño Prematuro.
El bebé expresa información sobre sí mismo a través de su lenguaje corporal. Una comunicación no verbal que también está presente en el término que analizamos en Uno más en la Familia: acunar. A través de este gesto de amor, se crea un pequeño universo entre dos personas. Los beneficios que ofrece esta experiencia no solo fortalecen al bebé, sino que el bienestar es compartido.
La capacidad de resiliencia muestra la versatilidad que tiene el ser humano para sobreponerse a circunstancias adversas del entorno. Los factores externos forman parte de la biografía de cada persona. Sin embargo, los hechos, más allá de describir datos objetivos, están acompañados por la interpretación personal y la búsqueda de sentido.
La comunicación es inherente al ser humano. De hecho, es imposible que una persona no comunique nada con su presencia, ya que siempre ofrece información de sí misma. La belleza de la comunicación es visible en su máxima expresión en el gran milagro de la vida. Cuando nace un bebé se produce una interacción a través del contacto piel con piel. Es decir, incluso cuando el niño no expresa ninguna palabra, sí transmite un mensaje mediante el lenguaje del cuerpo.