Cinco falsedades sobre la crianza de los bebés

Cinco falsedades sobre la crianza de los bebés

Escrito por: Sacra    22 marzo 2014     2 minutos

El mundo del embarazo y la crianza de un bebé está lleno de misterios, tabúes o supersticiones que, en la mayoría de los casos, están basadas en creencias populares que poco o nada tienen de realidad. Algunas de ellas, en pleno siglo XXI nos parecen una tontería, pero hay otras que siguen arraigadas de tal forma, que ya no sabemos donde empieza o acaba el mito. De entre todas hemos destacado cinco, que vamos a desmontar en un santiamén.

Escuchar a Mozart durante el embarazo hace niños más inteligentes. Si fuera así lo tendríamos muy claro ¿verdad? Nueve meses escuchando a los grandes genios de la música para conseguir seres hiper-inteligentes. Es cierto que la música calma a los bebés, pero la inteligencia, en la mayoría de los casos, viene intrínseca en su propio mapa genético.

El azúcar vuelve a los niños hiperactivos. El exceso de golosinas no es nada bueno, especialmente para los dientes y para una correcta alimentación, pero de ahí a que este ingrediente les convierta en seres imparables y con déficit de atención, es otra cosa. El azúcar proporciona energía pero no para desatarle los nervios a esos niveles.

Los cereales es el mejor alimento para el bebé. Cierto es que es un estupendo alimento para iniciarse a los nuevos sabores, pero también lo son las verduras y las frutas. A partir de los 6 meses nuestro bebé irá iniciándose ante nuevos alimentos y no debemos centrarnos únicamente en los cereales. Las verduras, por ejemplo, pueden ser igual de sabrosas y mucho más sanas.

Los alimentos sólidos hacen que duerma mejor. Nuestro sueño nocturno se va a ver alterado a lo largo de los primeros meses de nuestro hijo. Muchos padres, mal asesorados, introducen antes de hora, en la toma de la noche, una dosis de cereales con la creencia de que va a dormir de un tirón. Pero esta medida no es, para nada, la mejor ni la más eficaz.

Los biberones o tazas retardan el habla. Es evidente que prolongar el uso de utensilios de bebé mientras se va haciendo mayor no es lo más recomendable. Especialmente para el desarrollo de sus dientes, paladar y para su propia independencia. Pero de ahí a que nuestro bebé hable poco o mal, va otro mundo.

Vía | Muy Interesante
Foto | Niños y Bebés