
Saber si su desarrollo es correcto, es una de las principales preocupaciones de los padres respecto a su bebé está . Los márgenes de la normalidad física e intelectual son muy grandes. En esta sección hablamos de las distintas etapas e hitos en el desarrollo, con calma, recordando que cada niño es único y lleva su ritmo.
El desarrollo de la autonomía se percibe con especial claridad durante la infancia, periodo en el que se integra dentro de un proceso gradual. Sin embargo, es una capacidad que también debemos entrenar en la vida adulta. Es decir, es positivo que una persona no delegue en otra algo que puede hacer por sí misma (al menos de forma habitual).
El desarrollo social es clave en la evolución plena de niños y adultos. Hace referencia a la conexión con el entorno en la rutina cotidiana. Las primeras experiencias no definen cómo se va a relacionar una persona en diferentes esferas de la vida. Sin embargo, constituyen una importante experiencia de aprendizaje y crecimiento. ¿Cómo potenciar el desarrollo social en los niños? En Uno más en la Familia te damos cinco consejos.
Las regresiones del sueño marcan un punto de inflexión en el descanso del bebé. Su rutina de sueño muestra nuevas variables que rompen con el patrón previo. Por ejemplo, es posible que el niño tarde más tiempo del habitual en conciliar el descanso o se despierte con más frecuencia durante la noche. En ocasiones, se perciben como un aparente retroceso en los hábitos alcanzados hasta el momento. Sin embargo, conviene puntualizar que los cambios experimentados suelen ser temporales.
Cada niño es único desde una perspectiva integral. La diferencia también se manifiesta en el ritmo de aprendizaje. Cada peque experimenta su propio camino. Y es importante que sus pasos no estén condicionados por la búsqueda de resultados visibles a nivel inmediato. ¿Cómo respetar el ritmo de aprendizaje del bebé? Te proponemos cinco consejos.
La presencia y el acompañamiento alimentan la cercanía en el vínculo con el bebé. También la observación de los pequeños y grandes logros que un niño protagoniza en su crecimiento. Los primeros pasos adquieren un significado especial en la autonomía personal y en la perspectiva del entorno. El proceso siempre es único, pero se materializa de forma paulatina y gradual.
Un ser humano puede pasar por diferentes tipos de crisis a lo largo de su historia vital. Algunos procesos de cambio y transformación se contextualizan durante la infancia. Existen puntos de inflexión en la evolución infantil que implican un cambio en el comportamiento. Esos pasos pueden estar vinculados con crisis madurativas que son positivas porque se integran en la aventura del crecimiento.
Las variables de un entorno pueden influir positivamente en el aprendizaje infantil o, por el contrario, presentar algún tipo de obstáculo. La formación y la experimentación van más allá del aula. De hecho, la educación comienza en casa. Por ello, en Uno más en la Familia compartimos seis consejos para mejorar el entorno en el propio hogar.