Las vacunas que protegen a nuestros bebés: Rubeola

Las vacunas que protegen a nuestros bebés: Rubeola

Escrito por: Belén    23 octubre 2011     2 minutos

La vacuna de la rubeola es especialmente importante para proteger al feto

Los últimos brotes de sarampión que están sucediendo en distintos lugares del mundo, incluída España, demuestran una vez más la importancia de las vacunas infantiles y el peligro de que haya una parte de la población sin inmunizar. Los más expuestos son los bebés que aún no han llegado a la edad necesaria para recibir sus vacunas, y en el caso de la rubeola, de la que hablamos hoy, los fetos de las embarazadas que no la han pasado y no han sido vacunadas.

Ya hemos hablado de esta enfermedad que en los niños no suele dar complicaciones graves, aunque hay algunos casos raros de encefalitis. En la embarazada, durante las 20 primeras semanas, puede causar malformaciones en el feto, ceguera, sordera, retraso mental, cardiopatías, etc. La rubeola se contagia por vía aérea desde una semana antes de la erupción hasta una después, siendo más contagiosa mientras dura la erupción. La vacuna triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis), ha conseguido reducir la incidencia de la enfermedad en un 95 por ciento.

La vacuna contiene virus vivos atenuados. Está incluída en todos los calendarios vacunales y se pone a los bebés entre los 12 y los 15 meses. Más tarde, entre los 3 y los 6 años o entre los 11 y los 13 años, se pone una segunda dosis. La eficacia es del 95 por ciento para los tres virus. La vacuna puede provocar una ligera reacción en la zona de la inyección y a los 5-15 días algunos síntomas generalmente leves, fiebre, adenopatías, artralgias o erupciones. Está totalmente demostrado que no tiene ninguna relación con el autismo.

La vacuna puede administrarse en niños con resfriado leve, tan sólo está contraindicada en caso de tuberculosis, embarazo, inmunodeficiencia, excepto en caso de VIH, inmunodepresión aunque sea causada por medicamentos y en caso de reacción alérgica al huevo o algún componente de la vacuna: gelatina, neomicina. Como decimos, la inmunización es especialmente importante en mujeres en edad fértil. Si no te has vacunado previamente, hazlo entre uno y tres meses antes de quedar embarazada. No confíes en que te protege la inmunización general, ya que cada vez son más los grupos sin vacunar.

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Foto | Flickr-Flia León de la Rosa