La discapacidad en los niños y las reacciones de los padres

La discapacidad en los niños y las reacciones de los padres

Escrito por: Sacra    7 enero 2013     2 minutos

El nacimiento de un niño con una inesperada discapacidad supone un gran golpe en las familias. Aunque cada uno, según su personalidad, lo acepta de un modo u otros, según los expertos las familias pasan por cinco fases hasta la total aceptación.

La mayoría de embarazos están llenos de ilusiones, alegría y profundo amor que, al mismo tiempo, se entremezclan con la fantasía de imaginarnos a nuestro pequeño, su futuro, sus gustos y capacidades, es por ello que tras su nacimiento, el diagnóstico de una discapacidad suele traer un montón de conflictos emocionales que cada familia vive de una forma distinta, intentando adaptarla a su vida y a su futuro desde una nueva perspectiva.

Pero aunque cada persona es un mundo, según los expertos, son siempre las mismas fases las que experimentan ante esta inesperada situación. La duración o la intensidad dependerá de la personalidad y fortaleza anímica de la propia persona.

Las etapas emocionales por las que pasan estas familias son cinco y son las siguientes:

  • Negación. Es la primera reacción y en la que los padres creen que el diagnóstico está equivocado. Si la discapacidad es leve, en muchos casos se desatienden las necesidades del pequeño, pensando que ha sido solo una exageración médica que pasará con el tiempo.
  • Agresión. Los padres tienden a culparse entre ellos, culpar al equipo médico, al destino, a la religión (para aquellos que tengan creencias religiosas), incluso pueden volverse agresivos con su propio hijo, con ello están expresando su ira ante la impotencia que sienten frente a este vuelco que le ha dado la vida.
  • Negociación. Aun sin aceptarlo del todo, ya intentan hablarlo con el médico o con el niño, para encontrar soluciones e iniciar el tratamiento adecuado.
  • Depresión. La lucha ha sido tal que los padres están agotados, sienten sus sentimientos contrariados y empiezan a manifestarse claros síntomas de depresión.
  • Aceptación. Los padres comprenden que han tenido un niño «diferente» y que, a partir de ese momento, hay que luchar en positivo, buscar ayudas, soluciones, superando cualquier obstáculo que aparezca en sus vidas.

Vía | Faros
Foto | De la mujer