Como se realiza una amniocentesis (II)

Como se realiza una amniocentesis (II)

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    26 agosto 2009     2 minutos

Como es sabido, no hay que tomar ninguna medida antes de someterse a la amniocentesis (no es necesario acudir en ayunas, por ejemplo), sí que es muy importante guardar un reposo en las 48 horas posteriores a la prueba (evitando los quehaceres laborales o domésticos), como medida de precaución frente a los riesgos de esta prueba.

El riesgo más significativo es el de aborto espontáneo, algo que ocurre en 1 de cada 200 gestaciones. La pérdida del embarazo suele deberse a la rotura de las membranas amnióticas durante la punción y/o a una infección como consecuencia de la misma.

Por esta causa, es muy importante seguir al pie de la letra las recomendaciones del médico e ir a la guardia ginecológica en caso de experimentar dolor o contracciones y, sobre todo, si se presenta una hemorragia vaginal, se expulsa líquido por la vagina o sube la fiebre. Es precisamente por este riesgo por lo que la amniocentesis sólo se aconseja cuando el cribado selectivo da una posibilidad alta de que existan anomalías cromosomitas.

También puede pasar que una pareja, por el motivo que sea, solicite hacerse una amniocentesis. De todas maneras, los médicos cuando evalúen que no hay indicaciones estricta (no existen antecedentes ni indicios para sospechar un problema cromosómico), suelen ser reticentes a realizarlas por el riesgo que conlleva.

Los resultados de esta prueba son absolutamente confiables. Si la amniocentesis confirma que el bebé no sufre alteraciones cromosomitas, como el síndrome de Down, significa que no las tiene, nunca las ha tenido y nunca las tendrá. Y si, por el contrario, dice que los cromosomas no son normales es que no lo son. No obstante, es necesario saber que en la amniocentesis habitual se hace un estudio básico de los 23 pares de cromosomas, buscando alteraciones más graves y/o más frecuentes. Pero existen algunas alteraciones cromosómicas que sólo se analizan en casos especiales, por ejemplo, si existen antecedentes familiares de una predeterminada enfermedad o se detectan anomalías puntuales en la explicación ecográfica.

Fuente | Ser Padres Hoy