Afirmemos su confianza desde pequeños

Es muy frecuente que padres que son tímidos tengan niños que también lo son. Esto nos lleva a reflexionar acerca de si la timidez se hereda o es un comportamiento que se va formando por diferentes razones.

Diferentes profesionales aseguran que no es hereditaria sino que es generada al no contar con un modelo que muestre habilidades de comunicación ni proactividad que permitan que los niños, desde muy pequeños, puedan sentirse seguros y abiertos. Esto se da cuando los padres tienen pocos contactos sociales, entonces los niños verán normal la falta de vínculos y la no necesidad de tener amigos.

Es muy importante que seamos un ejemplo para ellos, desde los primeros meses de vida ellos nos observarán y nos tomaran como referencia. Si somos extrovertidos ellos también lo serán.

Existen ciertas pautas que pueden ser tomadas en cuenta para ayudar a los niños, y para ayudarnos a nosotros también, a dejar atrás la timidez.

Desde que son bebés ellos deben sentir que nosotros, los adultos, reforzaríamos cada avance que tienen. Los cambios los irán haciendo de forma gradual y esperan que nosotros tengamos paciencia. Recordemos que los progresos necesitan de mucha dedicación.

No debemos castigarlos por mostrarse inseguro y tímido, esto generará que nunca lleguen los avances. Nunca debemos criticarlos, ni burlarnos de ellos, tampoco debemos permitir que sean otros los que se burlan.

Debemos evitar compararlos con los hermanos, primos o amigos que sean menos tímidos. Desde que empiecen a tener contacto con otros niños debemos evitar que se aísleme, debemos aprovechar las situaciones en donde se establecen contactos sociales.

No tenemos que forzarlo a hablar con otros pequeños, antes deben estar más seguros. Marquemos objetivos que sean posibles, no deben ser ni muy bajos ni muy altos.

Vía | ABC
Foto | Flickr – Zimonrock Padilla

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