Resiliencia primaria: qué es y cómo fomentarla en los niños

Resiliencia primaria: qué es y cómo fomentarla en los niños

Escrito por: Maite Nicuesa Guelbenzu    24 noviembre 2020     2 minutos

La felicidad de los bebés depende del cuidado, la protección y el amor que reciben por parte de sus padres, y estos ingredientes son una fuente de resiliencia

La capacidad de resiliencia muestra la versatilidad que tiene el ser humano para sobreponerse a circunstancias adversas del entorno. Los factores externos forman parte de la biografía de cada persona. Sin embargo, los hechos, más allá de describir datos objetivos, están acompañados por la interpretación personal y la búsqueda de sentido.

La resiliencia comienza a alimentarse en la infancia. El concepto de resiliencia primaria adquiere un significado valioso en los primeros años de la vida, como verás a continuación.

La resiliencia infantil primaria alimenta la felicidad de los niños

Y depende, principalmente, del grado de estabilidad, protección y cuidado que el menor recibe por parte de sus padres y de su entorno más inmediato. Es decir, un apego seguro y un entorno feliz, realzan el bienestar infantil. Durante los tres primeros años de vida, el niño depende de la protección de aquellos que le rodean. Por esta razón, el entorno adquiere una relevancia especial en este contexto.

Existen distintos cimientos que aportan una base sólida para afianzar el desarrollo pleno del ser humano: el amor, los valores y las caricias emocionales son un ejemplo de ello. Conviene puntualizar que la resiliencia infantil secundaria es aquella que el niño desarrolla con posterioridad a este momento a partir de sus propias vivencias. Los buenos tratos a la infancia: parentalidad, apego y resiliencia es un libro que reflexiona sobre este tema. El autor de esta publicación es Jorge Barudy: terapeuta familiar, neuropsiquiatra y psiquiatra infantil.

El título de esta obra indica un concepto esencial que el autor desarrolla en estas páginas: los buenos tratos favorecen el bienestar integral de aquellos niños que, con el paso del tiempo, se convertirán en adultos responsables. La resiliencia infantil primaria depende, en gran medida, de la capacidad de padres y madres de atender las necesidades de sus hijos con comprensión, empatía y cuidado. Esta protección es una fuente de amor incondicional, por tanto, es un nutriente de la autoestima.

Resiliencia Primaria

La resiliencia infantil ofrece recursos y herramientas

El amor que los niños reciben en la infancia no evita las decepciones, los sufrimientos y los fracasos que los protagonistas puedan llegar a vivir a lo largo de su vida. Sin embargo, sí ofrece recursos y herramientas para responder con esperanza ante estas situaciones. Mientras que las caricias emocionales nutren el bienestar infantil, la ausencia de este reconocimiento produce el efecto contrario. Es decir, los niños pueden experimentar una desnutrición emocional que da lugar a carencias afectivas.

El pasado día 20 de noviembre celebramos el Día Mundial de la Infancia. Una jornada que pone en valor la importancia de proteger los derechos de los más pequeños. Pues bien, esta defensa de sus derechos es, a su vez, una fuente de resiliencia primaria.


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