Los derechos de los niños tras una separación

Los derechos de los niños tras una separación

Escrito por: Belén    25 mayo 2009     3 minutos

Todos hemos oído las reivindicaciones de los padres separados o divorciados respecto a los niños. En España, la custodia se otorga a la madre en un 90 por ciento de los casos por lo que son los padres los que se sienten más perjudicados. Al romperse la pareja un juez, si no hay acuerdo entre los progenitores, será quien decida cual de ellos tendrá la custodia de los menores, aunque la patria potestad la comparten ambos en un 98 por ciento de las ocasiones.

Entre las cosas que la Justicia tiene en cuenta a la hora de decidir el cuidador de los niños está no separar a los hermanos, considerar las necesidades afectivas y emocionales de los pequeños, la disponibilidad de los padres para atenderles y la cercanía a los abuelos u otros miembros de la familia. Prima, sobre el papel, la dedicación de cada uno de los padres a sus hijos en el momento de la ruptura.

Para el progenitor que no obtiene la guarda y custodia se establece un régimen de visitas que habitualmente consiste en dos fines de semana alternos al mes, y la mitad del periodo vacacional. Cada vez más hombres solicitan y consiguen la custodia compartida, aunque aún es insuficiente. Entre las reivindicaciones de los padres que no obtienen la custodia está evitar el Síndrome de Alienación Parenteral (SAP). Ocurre cuando uno de los progenitores, generalmente el que tiene la custodia inculca en el pequeño rechazo e incluso odio hacia el otro progenitor.

Personalmente no entiendo porque, en los casos en que no es perjudicial para el menor, se priva a los niños de ser criados y educados por sus dos padres. Entiendo que el pequeño debe tener estabilidad y rutina en su vida, y que eso seguramente implique que pasen más tiempo con uno que con otro. Pero no puedo comprender que el niño tenga que esperar a un día determinado por una tercera persona, para dar un beso a su padre o a su madre. Si papá o mamá le recogía cada día del colegio, no veo el motivo por el que ahora el niño tenga que esperar al miércoles, por poner un ejemplo. Repito que hablo de situaciones en las que no ha habido un delito.

Viendo la relación de mi hija con su padre, entiendo que tiene derecho a mantenerla pase lo que pase entre nosotros. Le necesita tanto como a mí porque ambos formamos parte de su vida, entre ambos estamos ayudándola a crecer y a ser quien es y quien será. Somos nosotros los que decidimos que naciera en el seno de una familia y los que creamos los roles que ella conoce. A veces intento pensar que suceso tan terrible, al margen de los mencionados delitos, tendría que pasar para que, respaldada por la ley, le quitara a mi hija el derecho a tener a su padre. Será que soy tan afortunada que no es algo previsible en mi vida y por eso no consigo ponerme en situación.

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