Hormonas en el parto y en el nacimiento

Hormonas en el parto y en el nacimiento

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    4 enero 2010     2 minutos

Durante la gestación, en el momento del parto y durante en el puerperio nada de lo que pasa esta librado al azar, todo se encuentra vinculado con precisión por las hormonas de la mamá y de su bebé.

En el parto la mujer libera oxitocina, es una hormona que provoca las contracciones uterinas. Además libera endorfinas, las hormonas del bienestar que nos ayudan a que nuestro parto sea más placentero y no tan doloroso. Estas hormonas son compartidas por medio de la placenta con nuestro bebé.

La oxitocina es conocida habitualmente como la hormona del amor. La misma se segrega en el momento del parto y cuando tenemos relaciones sexuales. Las endorfinas, por su parte, aparecen en aquellas situaciones que nos dan bienestar. En medio de este conjunto de hormonas aparece algo muy importante, el reconocimiento de la mamá por parte del bebé. Y ella con todas estas hormonas está en el estado ideal para enamorarse de él.

En actualidad los médicos dicen que el postparto es un momento que hay que respetar. En muchos partos los bebés son colocados desnudos sobre la madre mientras revisan a ambos para ver que todo evolucione bien.

La nursery, lugar donde los bebés permanecías muchas horas luego de haber nacido ya están pasando a ser parte de la historia, al igual que el hecho de bañarlo, cambiarlos, pesarlos y realizar los chequeos necesarios lejos de la madre.

En la actualidad todo ese tipo de tareas puede esperar (claro está que nos referimos a los partos donde todo ha salido bien). Lo más importante es que el bebé entre en contacto piel a piel con su mamá, ya que la mayoría de los estudios que se llevan a cabo (salvo pesarlo) se pueden realizar fácilmente sobre el pecho de la madre.

Ese momento es muy importante, ya que el bebé reconoce de inmediata a su mamá, de hecho se encuentra en su hábitat estando piel con piel.

Por otro lado, pueden pasar ciertas complicaciones que pueden hacer que la mamá no pueda estar con su bebé inmediatamente después del parto. Si por cualquier causa médica el bebé no puede estar en brazos de su madre, hay alguien más con quien sentirse protegido y querido: es el papá.

Estar junto con el padre ayudará al bebé a que el tiempo que tenga que estar sin su madre sea más corto. Si el bebé está bien, pero la pareja no puede tenerlo, el padre puede pedir permanecer junto a su hijo en la habitación que vaya a ocupar. Así, mientras la mamá se recupera podrán ir conociéndose. Los brazos del padre son sin lugar a dudas el segundo lugar más seguro del mundo.

Vía | Ahora mamá