¿Te apetece un masajito?

¿Te apetece un masajito?

Escrito por: Alina    9 diciembre 2008     3 minutos

Así a que suena muy bien, pues he empezado con el masaje perineal, que la matrona nos ha recomendado que nos hagamos a partir de la semana 34 todos los días durante diez minutos. El objetivo es dar elasticidad a la zona por la que expulsaremos al bebé y tratar de evitar en la medida de lo posible la episiotomía y los desgarros.

Bueno, pues empecé ayer y la verdad es que pensé que iba a ser una experiencia un poco más agradable. Es un poco incómodo porque tienes que notar quemazón y escozor en la zona (con estas indicaciones, ya os podéis imaginar que es sumamente placentero). Lo bueno, es que los expertos dicen que se pueden empezar a notar resultados desde la semana siguiente.

Os voy a dar las indicaciones para que os lo hagáis en casa:

– aunque creo que no hace falta la aclaración, primero hay que lavarse bien las manos, tener las uñas también limpitas y si están cortadas, mejor que mejor. Si el masaje te lo hace tu pareja pues este primer punto es igual de importante.

Ponte cómoda, semisentada, en cuclillas, apoyada en la pared,… yo me puse ayer a escuchar música y me relajó bastante (esto de estar relajada es básico)

– Y precisamente para relajar la zona es recomendable que te coloques toallas calientes en el periné

Dedos a utilizar: si te lo das tú misma el pulgar, si es tu pareja: índice y corazón

– Hay que lubricar la zona y los dedos con aceite de oliva, de germen de trigo o lubricante acuoso (también hay algunos expertos que recomiendan aceite de rosa mosqueta). Lo que no es adecuado es usar ni aceites para niños, ni derivados del petróleo. Y hay que tratar de que esté calentito sin que nos quememos, claro.

– Ahora viene el masaje propiamente dicho: metemos los dedos en la vagina unos 3-4 cm y empujas hacia abajo (hacia el recto) y hacia los lados de la vagina haciendo un movimiento como de “U” – nunca hacia arriba para no tocar la uretra y así evitar infecciones. Esto tiene que ser delicado. Se tiene que ir estirando la zona hasta que llegamos a la sensación de quemazón y escozor que os comentaba antes. Mantenemos la presión durante unos 2 minutos o hasta que nos moleste.

– Después de esta primera fase, coges la zona con el pulgar y el índice y tiras hacia abajo con un movimiento de vaivén (es decir, subes y bajas). Lo ideal es estar haciendo este masaje de 3 a 4 minutos.

– Finalmente, se coge la parte inferior de la vagina y se estira. De esta forma, notaremos cómo puede ser la presión de la cabeza del bebé sobre la zona y nos ayuda a relajarla.

Ale, pues yo hoy tengo otra sesión, ya os contaré si noto más flexible mi periné…