Un estudio ha demostrado un dato muy triste y preocupante, los niños que nacen dentro de una familia desfavorecida económicamente tienen los cerebros más pequeños y pueden adquirir menos habilidades cognitivas.
Una de las grandes lacras que sigue arrastrando nuestro planeta es la de la pobreza infantil. Debido a las enormes diferencias económicas que existen en los distintos países, la población mundial se siente dividida entre aquellos que pueden derrochar a espuertas y aquellos otros que apenas tienen ni un mísero mendrugo. De estos últimos, es la población infantil la que más perjuicios encuentra.
La salud física y mental de un adulto podría estar condicionada, en parte, por las 40 semanas que pasó en el útero de su madre. Así lo creen algunos y lo refleja Nicholas D. Kristoff en su columna del New York Times. El dos veces ganador de Pulitzer se hace eco de una revisión de estudios que afirma que problemas como la obesidad, la diabetes y la enfermedad mental en los adultos, podrían ser consecuencia de lo que vivió el feto en el útero.
El cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, es la reducción en dos tercios de la tasa de mortalidad en menores de cinco años, entre 1990 y 2015. Los datos de UNICEF dicen que en 1990 eran 12,4 millones de muertes infantiles al año y ahora son 8,1 millones, es decir, siguen muriendo 22.000 pequeños cada día. El 70 por ciento de ellos, antes de cumplir un añito. La reducción ha sido de un tercio en una década, queda otro tercio para el próximo lustro y es dificil que se consiga.
La organización de ayuda humanitaria Aldeas Infantiles SOS ha alertado de que muchos de los niños que, de momento están solos en Haití a causa del terremoto sufrido hace un mes, son niños no acompañados lo que no quiere decir que sean huérfanos. Esta aclaración surge en un momento en el que las intenciones de adopción se siguen disparando en el ámbito internacional, pero no son adopciones posibles ni deberían prosperar de momento.
Por décimo año consecutivo vuelve la campaña 'Un juguete, una ilusión' que organizan Radio Nacional de España y la organización 'Crecer jugando' y con la que pretenden recaudar fondos para llevar la ilusión y alegría a lo niños más desfavorecidos de nuestro planeta y que se encuentran repartidos en 20 países de África, Asia y América Latina. Y es que, tristemente, a menudo se nos olvida que el acto del juego es vital en el desarrollo de los niños ya que les hace crecer anímicamente igualados en posibilidades con el resto de la infancia del mundo.
Los científicos tienen datos que apuntan a que la pobreza puede ser un obstáculo para el desarrollo intelectual de un niño. Ahora, un estudio publicado en Child Development, y realizado por la Facultad de educación Lynch del Boston College, defiende que si estos niños reciben un cuidado diurno de calidad, las carencias pueden compensarse. El estrés por la supervivencia en una familia pobre, puede impedir que los padres dediquen tiempo o recursos a ayudar y estimular a sus pequeños.