Periodo de carencia: qué implica en un seguro médico familiar

El seguro médico familiar ofrece una cobertura que se adapta a las necesidades de las personas que se incluyen en la póliza. Proporciona una protección a todos los miembros de la familia. Sin embargo, el coste final del producto resulta más asequible si dicha opción se pone en comparación con la contratación de varios seguros individuales.

Antes de contratar un seguro de salud familiar, es recomendable que consultes orientación y asesoramiento sobre varias propuestas. Y pon atención en todos los detalles del producto, entre ellos, el periodo de carencia. El término carencia, utilizado en el contexto de un seguro de salud, hace referencia al tiempo que debe transcurrir hasta el instante en el que el asegurado puede acceder a determinados servicios (que quedan excluidos en la fase inicial).

Qué es el periodo de carencia y para qué sirve

Uno de los aspectos que puedes evaluar para poner en perspectiva la oferta de varios productos es el número de servicios que integra cada alternativa. Esos servicios pueden alinearse con las necesidades familiares a largo plazo.

Sin embargo, en el momento en el que se formaliza la contratación, es probable que haya algunas condiciones que limiten la posibilidad de solicitar algunos servicios que presentan un tiempo de carencia que debe estar claramente específicado en el contrato. En la etapa inicial se presentan algunas excepciones puntuales que establecen una diferenciación entre las opciones actuales y potenciales. Generalmente, el periodo de carencia se prolonga durante un número de meses determinado.

¿Cuál es el objetivo del periodo de carencia?

Es un requisito que evita que una persona contrate un producto para atender una necesidad de salud inmediata. Por el contrario, es una fórmula que propicia el compromiso a largo plazo del asegurado que toma la decisión de solicitar esa propuesta para potenciar el cuidado y el bienestar de la unidad familiar. El periodo de carencia suele aplicarse a los servicios más especializados que están incluidos en el catálogo.

Imagina que una persona se plantea la posibilidad de contratar un seguro para cubrir una necesidad inmediata, en lugar de poner el foco de atención en la promoción del bienestar a largo plazo. En ese caso, cuando se parte de ese punto de vista, la contratación no se alinea con un objetivo de permanencia. Es muy probable que, en ese hipotético caso, la persona decida cancelar el seguro de salud poco tiempo después porque, desde su perspectiva, ya no lo necesita como una prioridad.

Es un aspecto que también está presente en otro tipo de productos como, por ejemplo, los seguros médicos para embarazadas (que generalmente presentan un periodo de carencia de varios meses). Por esta razón, el periodo de carencia previene y evita que una persona se dé de baja y cancele un seguro médico familiar. Por el contrario, potencia el mantenimiento a largo plazo (con el correspondiente pago de la cuota).

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