Los niños en Haití y su lucha por la supervivencia

Los niños en Haití y su lucha por la supervivencia

Escrito por: Sacra    18 enero 2010     2 minutos

Los niños han sido las verdaderas víctimas de esta catástrofe sin precedentes en Haití. No es extraño verles deambular por las ciudades en busca de ayuda, de comida, de una mano generosa que lo conduzca a un lugar seguro, limpio y al abrigo de todo este caos humano que se agolpa por cada esquina. Los niños vagan indefensos, errabundos, sin nada que les proteja de ese conglomerado de vidas perdidas que van descomponiéndose bajo los escombros. Ellos, inocentes e ignorantes, desconocen el peligro y siguen buscando, como vagabundos huérfanos, su casa, su familia, su vida…

Winnie Tilin de 16 meses, Benciana de 3 años, Redjeson de 2 años… Son más de dos millones los niños que se han visto afectados en Haití por las consecuencias de este brutal terremoto, según cuentan las ONGS que están trabajando en la zona.

Buscando un modo de sobrevivir, los niños se están reagrupando, creando pequeños grupos que se congregan en espacios abiertos debido a su temor a refugiarse en los pocos edificios que aún quedan en pie. A pesar de su incipiente sabiduría o, precisamente por ella, los pequeños huyen de los edificios donde vuelven a producirse réplicas de seísmos continuamente.

La organización ‘Save the Children’ está intentando establecer zonas seguras para los niños haitianos, campamentos desde los que poder reagrupar a las familias supervivientes y, al mismo tiempo, ofrecer cuidados, agua potable y alimentos a todos los niños afectados. Por otro lado ‘Unicef’ calcula que se necesitarán unos 11 millones de euros para asistir a todos los menores de Haití.

Pero, a pesar del caos y la muerte, la vida sigue abriéndose paso en medio de los escombros. En los restos de hospitales y tiendas improvisadas en Puerto Príncipe, se siguen atendiendo partos entre las peores condiciones de higiene y salubridad. Antes del terremoto, Haití era uno de los países con el índice más alto de mortalidad en el parto, 60 de cada míl bebés morían durante su nacimiento. Ahora, a pesar de el hedor a muerte, la vida sigue empujando para renacer de sus propias cenizas.

Vía | ABC