El juego paralelo en los niños: beneficios de esta etapa

El juego es una experiencia muy importante en la infancia, pero no existe una única manera de jugar. En torno a esta vivencia no solo se produce un descubrimiento del mundo, sino también una forma de comunicación con los demás. El juego, por tanto, aporta significado a un vínculo. Sin embargo, esta forma de ocio también puede disfrutarse en soledad o, como comentamos en el título de este artículo, en paralelo. ¿A qué hace referencia este concepto? Reflexionamos en torno a este tema en este artículo.

Etapa del juego en paralelo

Este tipo de juego que el niño disfruta cuando tiene en torno a dos años es aquel en el que distintos protagonistas comparten un mismo tiempo y escenario. Pero todavía no existe una conexión entre ellos. Esta etapa del juego sí constituye un importante aprendizaje que hace posible ese hecho a nivel potencial. En este tipo de situación surge un equilibrio entre estar acompañado, puesto que el peque se encuentra cerca de otro bebé, sin embargo, se sumerge en su propio universo.

El niño se entretiene con sus juguetes mientras que aquel que está próximo a él hace lo propio con otro juego. En este contexto, también puede darse un efecto imitación si dos niños muestran interés por un mismo artículo. Durante el primer año de vida, el bebé comparte muchos momentos de interacción con sus padres, pero en la etapa en la que experimenta el juego en paralelo, establece una mayor cercanía con otros compañeros de su misma edad.

¿Por qué es tan importante este tipo de juego? A través de este entretenimiento, el niño no solo descubre la realidad inmediata, sino que también observa a otros bebés. Aunque no exista la comunicación propia de un juego compartido por ambas partes, como ocurre en el periodo del juego colaborativo, sí se produce una forma de comunicación.

Beneficios del juego en paralelo

El niño es social por naturaleza y esta etapa le ayuda a descubrir la experiencia de la alteridad a través de este encuentro con otros. Todavía no se produce la vivencia de compartir un mismo objetivo, puesto que el niño no está preparado para ello. Sin embargo, este tiempo forma parte de la evolución gradual hacia un juego asociativo en el que se produce una mayor interacción.

En la etapa del juego en paralelo, el niño realiza una actividad individual, mientras que quienes están cerca en el mismo momento y lugar, hacen una acción similar. A pesar de formar parte de un mismo escenario, cada uno disfruta de su propio espacio. Tu hijo descubre que comparte el mundo con otras personas y, por tanto, existen algunas normas.

El juego es una necesidad esencial de los niños y, a través de la forma de jugar, es posible observar su evolución y desarrollo.

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