¿Cómo hacer feliz a tu bebé? 8 consejos

¿Cómo hacer feliz a tu bebé? 8 consejos

Escrito por: Maite Nicuesa Guelbenzu    11 mayo 2019     4 minutos

No compares tu felicidad familiar con la imagen idealizada de aquellas fotografías de Instagram que muestran una constante perfección en términos de alegría

La felicidad es un objetivo universal del ser humano. Como adulto, buscas tu propia felicidad de manera consciente. Como padre o madre, acompañas a tu bebé en esta experiencia de bienestar porque tu influencia es muy importante en este tiempo. ¿Cómo hacer feliz al bebé? En Uno más en la familia te damos ocho consejos de ayuda.

1. Palabras bonitas

La comunicación con el bebé es un ingrediente de esta felicidad compartida en un momento de formación de un vínculo que evoluciona durante el resto de la vida. El bebé comienza un viaje vital en el que la voz de su madre y de su padre como figuras de referencia es un síntoma de amor que ofrece abrigo emocional.

A su vez, el lenguaje es extenso en términos, sinónimos, antónimos y adjetivos. El refuerzo de palabras bonitas expresadas en un tono cercano constituye una base sólida de esta alegría. A través de estos mensajes de afecto ofreces caricias emocionales que alimentan su bienestar.

Pero tan importante como decir palabras bonitas al bebé es que tú también plantes esta semilla en tu diálogo interior puesto que el modo en el que te tratas a ti mismo influye en tu relación familiar. También puedes regalar palabras bonitas al bebé por medio de la lectura de cuentos o la escritura de un diario que él podrá leer en el futuro.

Juegos Bebe

2. Juegos

Por medio de este aliciente de ilusión adaptado a la etapa en la que se encuentra el niño encuentras un contexto de la rutina que fluye al compás de la diversión, el humor y la alegría compartida. El juego es un estímulo a través del que el niño descubre el entorno cotidiano.

3. Sonríe

El lenguaje corporal expresa información de un estado de ánimo. La sonrisa es el espejo de la alegría interior. A lo largo de tu vida acompañarás a tu hijo en el aprendizaje de nuevas metas. Una de las primeras y más importantes es enseñarle a sonreír por medio de la referencia del propio ejemplo.

Rutina Familiar

4. Rutina

Los hábitos que forman parte de la rutina del hogar aportan un orden al tiempo. La rutina ofrece seguridad a los niños. Puedes hacer feliz al bebé no solo creando una rutina que atienda sus necesidades, sino también, intentando mantener esta estabilidad en la estructuración de la agenda diaria cuando se produce un cambio que afecta a la familia.

Musica Bebe

5. Música

Las melodías infantiles constituyen una banda sonora de la ilusión en el hogar que acompaña al bebé en la sencillez de tantos momentos de ocio y tiempo libre. La música produce un agradable efecto de relajación, así como también puede formar parte de la creación de una rutina en relación con lo descrito en el apartado anterior.

6. Paseos

Otro de los ingredientes que puede formar parte de la rutina diaria con el bebé es el paseo a través del que el niño descubre el entorno, disfruta de la luz del día y recibe estímulos que están acompañados por la novedad puesto que es posible integrar distintos itinerarios en estos desplazamientos.

Abrazos Bebe

7. Abrazos

El lenguaje corporal expresa el amor, incluso, sin utilizar palabras. Los abrazos describen la esencia del contacto que fortalece el vínculo de apego. Los abrazos aportan seguridad y elevan la autoestima del niño. El abrazo fluye en la esencia de la conexión con el presente. Una terapia de felicidad que también resulta vitamínica para el padre y la madre como antídoto frente al estrés.

Una de las lecturas que enfatiza el significado de este contacto es Piel con piel, escrito por Adolfo Gómez Papí. Especializado en Pediatría en el Hospital de la Vall de Hebrón. También forma parte del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.

Descanso Bebe

8. Derecho a la queja

En un momento en el que la maternidad muestra su lado más idealizado a partir de las imágenes de postal de familias que comparten fragmentos de su vida en Instagram, no boicotees tu felicidad por el riesgo de la comparación a partir de una información visual que refleja una forma de idealización.

La queja crónica no es saludable porque posiciona a quien la alimenta en el rol de la insatisfacción. Sin embargo, reprimir la queja hasta el punto de pretender reducirla a cero puede producir sufrimiento porque toda emoción necesita ser expresada.


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