Existen diferentes estilos parentales que se perciben en el proyecto de vida familiar. Pero el rol adoptado también puede descubrirse en la conexión que padres y madres mantienen con escuelas y colegios.
La tiranía de la felicidad hace referencia a la imposición social de mostrar una imagen de alegría permanente ante las circunstancias. Es decir, pone el acento en la expresión de emociones y sentimientos agradables. Con frecuencia, refleja una visión idealizada del optimismo. Desde este punto de vista, el ser humano individual parece el responsable absoluto de aquello que le ocurre o de cómo se siente en relación con los acontecimientos que le afectan personalmente.
Existen diferentes tipos de juegos que aportan experiencias educativas y facilitan el desarrollo de habilidades. Hay dinámicas que potencian la participación directa de niños que se sumergen en el universo de una acción concreta. Sin embargo, existen diferentes formas de interacción en relación con una propuesta de ocio.
La presencia y el acompañamiento alimentan la cercanía en el vínculo con el bebé. También la observación de los pequeños y grandes logros que un niño protagoniza en su crecimiento. Los primeros pasos adquieren un significado especial en la autonomía personal y en la perspectiva del entorno. El proceso siempre es único, pero se materializa de forma paulatina y gradual.
La Navidad gira de un modo especial en torno a la familia y los niños adquieren un mayor protagonismo durante las fiestas. Su ilusión produce un efecto contagio en el entorno. Sin embargo, los eventos del periodo de fin de año también unen a profesionales que se reencuentran en un contexto distintos en las tradicionales cenas de empresa.
La inflación se encuentra ahora mismo por las nubes mientras los salarios permanecen prácticamente igual. Ha subido el coste de los servicios básicos (como la luz, agua y gas), se encarece el precio de los alimentos y aquellos que tenían hipoteca variable se han encontrado un repunte muy importante de la cuota del mes a mes.