Es una situación que tarde o temprano tenía que llegar. El cambio de pañales es una tarea esencial en los bebés, ya que se trata de la única manera que tienen de quedar limpios después de hacer sus necesidades. Se les proporciona un tejido o "envase" que succionará los excrementos que salgan, quedando ahí hasta que un adulto pueda retirar el pañal sucio y colocar uno nuevo. Muchas veces me he preguntado cómo lo hacían en la antiguedad.
Teniendo en cuenta mi poca experiencia con los bebés, muchas veces tengo que pedir consejo a mi pareja, al pediatra, o incluso buscar en Internet. Tengo muchas fuentes de información a mi disposición gracias a las cuales obtengo muy buenos resultados. Aunque también reconozco que todavía me queda mucho por aprender. Hoy he tenido que salir a comprar pañales. Pero tenía una duda: ¿qué talla debía comprar?
Los pañales son uno de los artículos imprescindibles. Al menos, durante algunos meses después del nacimiento del bebé. Desde la primera hora los llevarán puestos, por lo que la decisión de cuales comprarles es algo que debe llevarse a cabo antes del momento clave. Y nosotros ya habíamos pensado en eso.
Uno de los artículos que aparecen en nuestra vida con la llegada del bebé, y que le acompaña durante sus primeros años, son los pañales. Del mismo modo que nuestro pequeñín come, respira o derrama lágrimas ante cualquier eventualidad, también expulsa esos deshechos sin poderlos controlar, por lo tanto necesitamos que siempre estén controlados.
Muchos padres esperan la llegada de los días más cálidos para comenzar a quitarles los pañales a sus hijo, tengamos en cuenta que es un proceso que requiere de cierto aprendizaje y de mucha paciencia.
Desde hace unos días estoy probando los productos Toujours de Lidl para bebé. La empresa nos envío una más que generosa muestra, que podéis ver en la foto, para que pudiéramos valorarlos. Os adelanto que estoy encantada y mi bebé, el que realmente importa, también. Tras unos días su piel sigue perfecta que es lo que más me preocupa al utilizarle como conejillo de indias. Coincido con la OCU que lo situó en lo más alto del ranking de pañales por su absorción, comodidad y ajuste al cuerpo del bebé.
Una reciente investigación ha demostrado que mediante el uso de pañales de tela se pueden ahorrar 600 euros por cada hijo, una cifra nada despreciable para los tiempos de crisis que vivimos. Además debemos tener presente que a partir del mes de septiembre, con el cambio del IVA los precios se iran por las nubes.
Un magnífico artículo de mi compañera Belén de hace dos años, ponía de manifiesto la "partida presupuestaria" que habría que destinar al cuidado de un recién nacido. Por suerte, los número en ese sentido parece que no han cambiado pero sí la situación.
Si en el mes de mayo comentábamos que los pañales habían servido como intermediario para la desalinización del agua, ahora vuelven a ser protagonistas, salvando una fábrica papelera norteamericana.
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