Una de las necesidades prioritarias de todo padre es procurar para sus hijos toda la protección y cuidados necesarios a fin de que se desarrollen en armonía y rodeados de felicidad. Pero también es cierto que hay ciertas líneas, demasiado frágiles, que tendemos a cruzar demasiado a menudo. Caer en la sobreprotección no es nada aconsejable, incluso aunque creamos que nuestro hijo necesita de un trato especial. Todos los niños necesitan de su autonomía para desarrollarse felizmente, y los Síndrome de Down no son diferentes.
En la semana 12 de embarazo el ginecólogo realiza una importante ecografía, en ella mide el pliegue nucal. Después se pide un análisis de sangre, el resultado del análisis y el pliegue darán un resultado estadístico, teniendo en cuenta la edad de la madre, sobre las posibilidades de que el bebé tenga Síndrome de Down o de Edwards. Se conoce como Test combinado del primer trimestre.