Ya sabemos lo complicado que nos resulta, a menudo, encontrar el nombre perfecto para nuestro bebé. Para hacerlo podemos seguir varios criterios. Buscar entre los familiares y tradicionales, y que van pasando de padres a hijos. Elegir entre aquellos que están a la última moda o, también, como ya os hemos propuesto en nuestra entrega anterior, recurrir a la ficción para encontrar aquel que más nos gusta.
Seguimos con los nombres que nos llegan desde Asturias y aquellos que podemos emplear para nuestros niños. En esta ocasión la inicial es la C, y como ya vimos en las que se refieren a las niñas, ahora nos tocan los nombres masculinos. De muchos de ellos no tenemos ninguna referencia histórica, ni conocemos su significado, pero nos pueden resultar singulares, con una bonita sonoridad o, sencillamente, los ideales para nuestros hijos.
Escoger un nombre para nuestro bebé puede ser una tarea complicada o especialmente sencilla. Es posible que lo tengamos muy claro y queramos que nuestro hijo siga llevando los nombres de la familia o, incluso, aquellos exóticos que están de moda. Pero también puede ser que nos apetezca que su nombre tenga relación con un lugar geográfico o histórico determinado.
Escoger un nombre para nuestro bebé no siempre es tarea fácil. Hasta hace unos años la costumbre era ponerle aquel que venía de familia, si el padre se llamaba Antonio, el niño también lo era, se trataba de una tradición que venía desde bien lejos, así que no era extraño que en una misma familia se juntarán un buen número de primos con el mismo nombre. Otra de las tradiciones que estaban bien arraigadas era la de ponerle el nombre al pequeño según lo que marcaba el santoral del día. Algo que estaba bien cuando el nombre nos gustaba, pero que podía suponer un gran disgusto si el nombre nos resultaba de lo más extraño.
Y seguimos haciendo un repaso a todos aquellos nombres que pertenecen a la remota historia de las Islas Canarias y sus antiguos pobladores. Afortunadamente, muchos de ellos han logrado traspasar la frontera del tiempo, situándose como una alternativa más dentro de las posibilidades para la elección del nombre de nuestro bebé.
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