Hace solo unos días que se ha celebrado en Sevilla el 62 Congreso de la Asociación Española de Pediatría y con él siempre nos llegan nuevas e importantes noticias sobre nuestros bebés, su salud y la evolución que vamos teniendo socialmente con respecto a su crianza. Entre muchas cuestiones una de las que más impacto mediático ha tenido ha sido la de la incorporación de los bebés a las guarderías.
A partir de este año 2013 recién estrenado, el Ayuntamiento de Ferrol, en Galicia, se ha comprometido a dar una beca de 600 euros al año a todos aquellos bebés que nazcan en su municipio. Medida que pretende frenar el alarmante descenso de natalidad que está padeciendo esta localidad desde hace algún tiempo.
Salir a comer fuera de casa con los niños no siempre es una tarea gratificante. Así el tiempo de ocio puede acabar siendo una terrible pesadilla para ambos, por un lado porque los niños están enclaustrados en sus sillas, sin poder moverse a sus anchas, siguiendo unos rituales que poco o nada tienen que ver con ellos, y por otro porque nosotros apenas podemos disfrutar de la comida, teniendo que estar atendiendo sus necesidades en todo momento.
El Ayuntamiento de Barcelona acaba de presentar un informe realizado por el Consorcio Instituto de Infancia y Mundo Urbano en el que se aborda la situación de la infancia, la adolescencia y las familias en Cataluña, aunque bien se podría extrapolar al resto de comunidades.
He leído una noticia que ha sucedido lejos de nuestras tierras, en Argentina, he decidido compartirla con ustedes porque me impactó la crueldad de algunos establecimientos y me llevó a reflexionar acerca de las precauciones que debemos tomar como padres a la hora de elegir un jardín maternal.
El mes de septiembre suele ser el más desastroso para algunos de los niños que ven "peligrar" su estabilidad al tener que acudir a la escuela o guardería por primera vez. Compartir varias horas con nuevos amigos, acatar órdenes de un adulto que no es de su familia o alejarse de mamá durante un tiempo que le parece interminable, son algunas de las dificultades con las que los pequeños se tienen que enfrentar sin remedio.
Cuando los padres confían en la profesionalidad de las personas que trabajan en las guarderías o centros infantiles, no suelen equivocarse (salvo casos que han salido a la luz y que son inconcebibles). Sin embargo, hay ocasiones en las que las pretensiones de los padres puede que no se adapten a la realidad.
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