La madre durante la lactancia no está libre de padecer algún trastorno e incluso enfermedad que requiera medicación. En ese momento la primera preocupación suele ser si se debe interrumpir o no la lactancia. Siempre debe consultarse con el médico, ha de saber que estás dando el pecho al bebé y se deben seguir sus recomendaciones.
A veces puede suceder que nuestro pequeño ande pasando una época de estrés debido a cambios en su rutina: la entrada a la guardería, la llegada de un hermanito, una mudanza... o que, simplemente sea algo más nervioso de lo normal. Para ayudarnos a serenarle podemos utilizar algunos alimentos que poseen efectos relajantes.
Uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos en nuestra tarea de educadores es el de enseñar a nuestros niños a alimentarse equilibradamente. Y, dentro del amplio abanico de los alimentos nutritivos y sanos, es la verdura la que más rechazo produce en nuestros pequeños. Pero si echamos mano de algunos sencillos trucos, quizás podamos hacer de esta fuente de energía uno de sus platos favoritos.
La atopia es la predisposición genética a desarrollar manifestaciones alérgicas. Si el niño es hijo de dos padres alérgicos tiene el 80 por ciento de posibilidades de sufrir dicha alergia, el 50 si uno de los padres está sensibilizado y el 14 por ciento si no hay antecedentes. En cualquier caso la aparición puede retrasarse si alejamos al bebé del contacto con los más poderosos alérgenos.
Los más importante durante tu embarazo es que puedas llevar una dieta equilibrada, realizando las cuatro principales comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena) más dos colaciones en donde puedes optar por alguna fruta o vegetal. Debes beber mucha cantidad de líquidos e ingerir lácteos que aportarán el calcio necesario.
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