Cómo hacer que nuestros niños coman verdura

Cómo hacer que nuestros niños coman verdura

Escrito por: Sacra    3 abril 2009     2 minutos

Uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos en nuestra tarea de educadores es el de enseñar a nuestros niños a alimentarse equilibradamente. Y, dentro del amplio abanico de los alimentos nutritivos y sanos, es la verdura la que más rechazo produce en nuestros pequeños. Pero si echamos mano de algunos sencillos trucos, quizás podamos hacer de esta fuente de energía uno de sus platos favoritos.

La verdura se introduce en la dieta del bebé alrededor de los seis meses, es fácil que al principio la rechace porque tiene que acostumbrarse a las nuevas texturas y sabores, por lo tanto no hay que forzarle a fin de que no le tome manía. En niños un poco más mayores la causa del rechazo, generalmente, viene dada por la falta de variedad. Pero ningún truco es eficaz si los padres no predican con el ejemplo.

La zanahoria, el pimiento rojo y la calabaza son fuentes importantes de vitamina A. El pimiento verde, el perejil y el tomate, consumidos crudos, aportan gran cantidad de vitamina C. La verdura en general contiene minerales necesarios para su desarrollo como son el potasio, sodio y magnesio. La cantidad recomendada es de dos raciones al día, una de ellas debe ser servida cruda para así aprovechar bien todos sus beneficios.

Pero ¿cómo hacérsela más divertida?… Hay mil maneras de prepararles un plato de verdura, aquí os dejamos algunas ideas:

  • Ensaladas: lechuga, tomate, canónigo, escarola…
  • Cremas: gazpacho, salmorejo (verano) o calabacín, calabaza, zanahoria (invierno)
  • Guarnición: guisantes, zanahorias hervidas, champiñón salteado…
  • Tortilla o revuelto: espárragos, espinacas, champiñones…
  • A la plancha: berenjena, calabacín, alcachofas, setas, tomate…
  • Rellenas: calabacín o berenjena.
  • Brocheta: pimiento, cebolla, calabacín, tomate…

A partir de estas ideas básicas podemos experimentar con los gustos estéticos y alimenticios de nuestros niños, lo importante es que la hora de la comida no se convierta en un suplicio, sobre todo cuando toca verdura.

Vía | Ser padres