Masajes y mimos

Masajes y mimos

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    2 julio 2010     1 minuto

Una de las muchas cosas que nuestros hijos deben lograr hacer en su primer año de vida es reconocerse a sí mismos. Saber que sus piernas, sus brazos y su cabeza son parte de ellos. Cuando le damos un masaje estamos ayudando a este fin.

Cuando tocamos su cuerpo lo que hacemos es favorecer a la identificación personal, como padres estamos reconociendo ese cuerpo en su totalidad, mediante nuestras manos y nuestra mirada y es ahí cuando nuestro hijo aprende a construir una identidad y una imagen corporal.

En esta etapa de su vida tendrá logros de movilidad muy importantes. Aprenderá a sentarse, a gatear, y quizás logre dar sus primeros pasos. Para que nuestro hijo cuente con la capacidad de desarrollar estas habilidades motoras debe tener una integración de las articulaciones, músculos, huesos y sistema nervioso. Un masaje completo de todo su cuerpito ayudará a que esta conjugación se pueda realizar y seguramente mucho antes de lo normal.

Mediante el masaje el bebé tendrá mayor sentido de su esquema corporal y se sentirá muy bien por el contacto físico con sus padres, adquiriendo seguridad, confianza y autonomía.

También, con un buen masaje podremos solucionar problemas pasajeros como, por ejemplo, un dolor provocado por gases, estreñimiento, y dificultades para dormirse.

Los padres que conozcan bien el cuerpo de su hijo aprenderán, mediante sus manos, a aliviar la zona afectada, brindando también un masaje en el resto del cuerpo para favorecer la circulación y la respiración. Pero no basta con masajearlo ni bien estén molestos, antes deben adquirir cierta practica, estar acostumbrados a ello y jamás intentarlo en contra de su voluntad.

Vía | Ahora Mamá
Foto | Flickr – Etolane