Cinco beneficios de la lectura de imágenes

La experiencias literarias son variadas, creativas y diversas. Las actividades de animación a la lectura tienen un sentido valioso incluso cuando el niño no posee la capacidad de leer por sí mismo. Existe una fuente de información que está cargada de contenido: la imagen. Por ello, los primeros libros que descubren los peques poseen grandes ilustraciones y poco texto. Pues bien, la lectura de imágenes es una estrategia utilizada en el ámbito educativo. ¿Qué beneficios produce?

1. Centra la atención del espectador

El contenido de la imagen describe con nitidez una escena concreta. Dibuja de forma visual un contexto que despierta la atención del niño. Conviene recordar, además, que las representaciones empleadas pueden ponerse en conexión con lo real. Los elementos que describe el formato se localizan en la realidad. Forman parte del entorno del niño. Por ello, las láminas permiten llevar a cabo un proceso de identificación de objetos.

2. Visión de contexto

La información de la imagen muestra la conexión que existe entre todos los elementos que la componen. Es posible poner el acento en lo general y, también, en un detalle particular. De este modo, los comentarios y aportaciones del adulto añaden dinamismo a la historia.

3. Familiaridad con la experiencia de la lectura

El fomento del hábito del lector no se centra en lo inmediato. Las acciones educativas producen un beneficio a largo plazo. Ese momento en el que el niño interactúa con las imágenes, se convierte en una preparación para el periodo posterior en el que se sumerge en la lectura de una historia más desarrollada. Es una experiencia que puede basarse en soportes diferentes: láminas, fotografías, libros sin palabras, carteles…

4. Aprendizaje de conceptos

Las imágenes ofrecen un medio práctico para identificar objetos cotidianos. Por tanto, proporcionan un soporte básico para visualizar, señalar y nombrar artículos. La lectura de imágenes puede utilizarse para fomentar el descubrimiento de vocabulario nuevo en la lengua materna o en un segundo idioma.

5. Ofrecen un guion abierto

Un cuento escrito presenta en detalle la introducción, el desarrollo y el desenlace de la trama. Describe información relevante en torno al núcleo del tema principal, las características de los personajes, las acciones que realizan y los valores que transmiten. Sin embargo, el contenido de una imagen permite explorar diferentes relatos inspirados en una referencia visual que ofrece múltiples interpretaciones.

Las imágenes, utilizadas como un medio informativo cuando el niño no comprende el lenguaje escrito, facilitan la accesibilidad de la lectura. Es decir, acercan la literatura y la magia de contar historias a los peques. Por otra parte, es un recurso que resulta ideal para fomentar la lectura en voz alta y propiciar una experiencia cultural compartida. La lectura de imágenes puede introducirse antes de los 3 años. Y despierta la atención, la curiosidad y la concentración del peque.

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