Autoridad y empatía: cómo integrarlas en la educación de tu hijo

El rol de autoridad está presente en el vínculo entre padres e hijos porque este lazo afectivo no es plenamente simétrico. Los niños necesitan acompañamiento, límites, normas y un entorno seguro a nivel emocional. Sin embargo, la autoridad puede abordarse desde distintos ángulos.

En ocasiones, los progenitores parecen reafirmarse en su posición a través del uso excesivo de la palabra no o los castigos. Pues bien, existe otra visión de la autoridad: la que se complementa con el valor de la empatía. En definitiva, la autoridad empática puede inspirarte.

1. El sí: clave para abrir puertas

Los límites, como hemos señalado, son positivos. Pero eso no significa que el no deba convertirse en la nota predominante de la educación infantil. El sí es clave para abrir puertas que fomentan el aprendizaje, el descubrimiento y el fortalecimiento de la autoestima.

2. Atender las emociones (las propias y las del niño)

El ejercicio de la autoridad consciente y responsable se enmarca en un contexto en el que conviene atender el plano emocional. No solo puedes observar el estado en el que se encuentra tu hijo y las variables que influyen en su reacción, sino que, por medio del control de tu respiración puedes conectar con tu realidad interna.

3. Ser un modelo, un guía y un ejemplo

Como adulto, puedes encontrar a tu alrededor otros ejemplos de autoridad que influyen actualmente en tu camino. Si trabajas en equipo en una empresa, tal vez admires al líder que es un referente para el proyecto. Traslada ese ejemplo a tu vida familiar, entendiendo la distancia que hay entre ambos planos.

Sin embargo, tus acciones, comportamientos, gestos y palabras también pueden ser una semilla que da frutos a largo plazo. Es decir, puedes convertirte en modelo, ejemplo y guía para tu hijo. Conviértete en el espejo de los valores y mensaje que quieres transmitirle.

4. Áreas de mejora en la crianza y la comunicación

Si no existe un manual de instrucciones en la maternidad y la paternidad es, en parte, porque la responsabilidad de educar se materializa en un proceso prolongado en el tiempo. Y dicho proceso también ofrece diferentes áreas de mejora que como padre o madre tienes la posibilidad de identificar en relación con el estilo de crianza, la comunicación que estableces con tu hijo, las creencias que te acompañan en esta etapa, la empatía…

¿Qué aspectos te gustaría hacer de un modo diferente para educar de forma consciente desde la autoridad empática? ¿Qué límites y dificultades interfieren en tu realidad interna?

5. No confundas la autoridad con el autoritarismo: pero tampoco adoptes el rol de amigo

La autoridad empática no es rígida como el autoritarismo que se verbaliza en el siguiente mandato: «Porque lo digo yo». Pero tampoco es recomendable adoptar el rol de amigo porque tu hijo ya tendrá la oportunidad de construir diferentes relaciones de amistad. Un progenitor es una figura de referencia.

Sin embargo, puedes adoptar una respuesta flexible en muchas situaciones, la flexibilidad no es posible en todos los escenarios. Por ejemplo, tienes la responsabilidad de hacer aquello que sabes que es correcto si tu hijo experimenta algún riesgo (del que él no es consciente por su edad).

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