6 consejos para ser un padre presente en la vida de tu hijo

Estar presente en el ahora es un acto que puede marcar la diferencia en el vínculo con los demás y, también, en la relación con uno mismo. Sin embargo, la importancia de la presencia adquiere una relevancia añadida en un momento, como el actual, condicionado por el ruido de la prisa, la tecnología y la inmediatez.

En la recta final de año puedes hacer un balance consciente en torno a aquellos aspectos que te gustaría mejorar en la educación, la crianza y la vida familiar. ¿En qué momentos has estado verdaderamente presente y vinculado a tu hijo? En Uno más en la Familia te damos seis consejos para reforzar esa perspectiva.

1. Implícate en su vida educativa y académica

En ocasiones, cuando el proyecto familiar se comparte en pareja, uno de los progenitores delega en el otro la participación y la implicación en la vida educativa del niño. Sin embargo, es esencial que acudas a las reuniones del centro y asistas a los eventos que se programan durante el curso (si tus horarios profesionales te lo permiten).

2. Tu tiempo es una inversión y un regalo

Conviene tomar conciencia en torno a la verdadera dimensión y trascendencia del tiempo. Los minutos que pasas con tu hijo son un regalo de amor, cariño, acompañamiento y reconocimiento. Y, además, son una inversión de futuro. Como consecuencia de ello, el valor del tiempo que inviertes ahora aumenta a largo plazo. El impacto de la ausencia, por el contrario, también se multiplica.

3. Utiliza una comunicación positiva

La huella que produce la presencia consciente también se nutre con la semilla de las palabras. Utiliza un tono positivo y amable para conectar con tu hijo. Existe una relación continua entre el pensamiento, las emociones y las palabras. Cualquier padre o madre puede experimentar un cúmulo de sensaciones y emociones en la jornada. Respira profundamente, conecta con tu niño interior y traslada a tu hijo aquellas palabras que a ti te hubiese gustado escuchar con más frecuencia durante tu niñez.

4. Juega con tu hijo

Si quieres potenciar la presencia en la vida de tu hijo, utiliza un lenguaje que te una a él. El lenguaje del amor y el cuidado es un valor esencial. Pero existen otros muchos ingredientes como, por ejemplo, el juego. Un juego que conecta con la perspectiva de la espontaneidad, la diversión, la improvisación, la interacción…

5. Dota de sentido y significado a los momentos en los que no puedes estar presente

Padres y madres viven una realidad muy compleja. El sentimiento de culpa es uno de los principales obstáculos en este contexto. El desarrollo profesional va más allá del propio deseo de crecer y aprender en el trabajo. Es una necesidad alcanzar una estabilidad económica para mantener el hogar.

Muchos padres y madres viajan por motivos de trabajo o conviven con largas jornadas. Pues bien, dota de sentido a los momentos en los que no puedes estar presente en la vida de tu hijo porque existen muchas formas diferentes de mostrar el amor (incluso en la distancia).

6. Crea momentos y rutinas especiales

¿Qué recuerdos te gustaría que tu hijo tenga en el futuro cuando recuerde su infancia? Empieza a crear la semilla de esa memoria a través de rutinas y momentos especiales.

Por tanto, conecta con el valor de la presencia en la vida familiar, en la educación y en la crianza de tu hijo.

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