Alergia a los animales (I)

Alergia a los animales (I)

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    20 diciembre 2010     2 minutos

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Una persona puede ser alérgica a los pelos (sin importar si lo tienen corto o largo), a la orina, saliva o diferentes secreciones de sus glándulas sebáceas. Los alergenos se encuentran en su piel y provoca reacciones en los que se acercan a ellos o los tocan. Las alergias a los animales suelen ser independientes de las razas, color y tamaño del mismo.

Además, estos alergenos pueden quedar distribuidos en las alfombras, ropa, cortinas, piso. Los efectos de ellos suelen durar varios meses. Por esta razón, si llega a existir la posibilidad de ser alérgicos debemos plantearnos firmemente la idea de tener mascotas. Pensemos, también, que podemos ser alérgicos a algunas de ellas pero a otras no.

Para descartar todas las posibilidades, antes de traer un animal a tu casa puedes visitar a un médico alergista, y mediante diferentes estudios te podrás quedar tranquila.

Por ejemplo, las alergias a los gatos puede provocar problemas en el sistema respiratorio. Los síntomas más comunes se manifiestan en el asma o rinitis. Las alergias de los gatos pueden aparecer sin estar en contacto directo con el animal, pueden desencadenarse al estar en contacto con personas cuya ropa tenga pelos.

Lo mejor en estos casos es separar a los animales de los niños alérgicos. Además puedes bañar al gato una vez por semana (esto debes consultarlo con un veterinario, ya que en algunos casos puedes atentar contra la salud del animal). De no poderlo bañar puedes limpiarlo con una toalla húmeda 2 ó 3 veces por semana. Limpia de forma habitual su caja de arena. Mantener la caja de arena aislada en un balcón, ambiente al aire libre, o de no ser posible, en un rincón, lo más alejada posible de los pequeños.

Vía | Ser Padres Hoy
Foto | Flickr – Muere Gusano