Viajar al extranjero con el bebé

Si decidimos viajar al extranjero con nuestro bebé hay cosas que debemos tener muy en cuenta. No debemos olvidar que los niños son viajeros de riesgo y hay países que, por muy exóticos que nos resulten, pueden ocasionar peligros para su salud. Lo mejor es elegir un destino cómodo y seguro, que resulte atractivo para los padres pero que no suponga ninguna amenaza para la integridad de nuestros hijos. Podemos conocer las zonas de riesgos sanitarios consultando en el Ministerio de Sanidad y Consumo.

No dejes la visita al pediatra para última hora. Viajar a ciertas zonas requiere de algunas vacunas y medicación. Si el viaje es dentro de la comunidad europea solicita la tarjeta europea de seguro de enfermedad que cubre la asistencia sanitaria durante una estancia temporal. De todos modos, siempre puedes contratar un seguro médico especial. Y, por supuesto, seguimos recordando no olvidar el botiquín de viaje.

También hemos aconsejado, en varias ocasiones, que nuestro bebé tenga su propio DNI. En Europa sólo necesitaremos el libro de familia, pero no está de más, a fin de evitarnos complicaciones burocráticas, que todos llevemos nuestra propia identificación. Si el viaje es a otro continente, necesariamente, necesitamos el pasaporte. Hay países que, incluso, nos piden un visado, así que lo mejor es informarse en la embajada del lugar elegido, lo podemos hacer por medio del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.

Durante el viaje hay que intentar tenerlo entretenido con sus juguetes y si está cómodo y bien hidratado, lo más fácil es que acabe dormido. Y, por supuesto, debes llevar siempre a mano una mochila con todo lo que puedas necesitar: toallitas, pañales, su comida, un cambio de ropa y un juguete. Viajar en avión o en tren en un largo recorrido puede ser divertido si tomamos ciertas precauciones y no dejamos nada al azar.

Vía | Ser Padres

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