Nacen dos bebés en el mismo hospital y, sin conocerse, les llaman Romeo y Julieta
Dicen que las casualidades no existen aunque a menudo nos encontramos con sucesos que resultan realmente sorprendentes. Este es, al menos, el caso que hoy nos ocupa y que nos lleva a pensar que, si bien, todo es fruto del azar, al menos nos queda un cierto resquicio de que, quizás como piensan algunos, todo esté escrito en nuestro destino.