Son muchos los estudios e investigaciones que se han realizado en torno de la capacidad innata de nuestros niños para el aprendizaje de las distintas lenguas. Cuanto más pequeños sean, mucha más facilidad se posee para retener esos nuevos conceptos, de hecho, y según se ha comprobado, los bebés son capaces de distinguir entre dos lenguas distintas cuando son criados en ambientes bilingües.
Se acaba de conocer un estudio que se ha realizado en la Universidad de Barcelona, y publicado en la revista Psychological Science, sobre la manera que tienen los bebés de aprender el idioma o la lengua en la que se crían, comprobando que si este entorno es bilingüe, los niños se fijan más en los labios del que le habla y durante más tiempo.
No existe una edad mínima para aprender un segundo idioma, los expertos aseguran que cuanto antes escuchen la nueva lengua mucho mejor. Evidencia científica permitió saber que sería aconsejable enseñarle una nueva lengua desde el momento del nacimiento, de esta forma no le costará al bebé hablarla cuando crezca, también tendrá la posibilidad de concentrarse más.
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