Nacimiento del segundo hijo: cómo gestionar sentimiento de culpa

La idealización es visible en el universo de la maternidad por medio de experiencias diferentes. Por ejemplo, aunque el nacimiento del segundo hijo supone ampliar la familia, y ese hecho es un motivo de alegría, también es habitual sentir culpa. Algunas madres cargan con ese peso ante la bimaternidad. A continuación, analizamos las causas y exponemos las claves para aliviar el malestar.

Factores que alimentan el sentimiento de culpa en la bimaternidad

Ante el nacimiento del segundo hijo crecen las responsabilidades. Y el tiempo sigue siendo exactamente el mismo. Por esta razón, es posible que a la madre le preocupe no poder compartir tiempo de calidad con su hijo mayor.

Por otra parte, la llegada de otro miembro a la familia marca un punto de inflexión en el hogar. Y los progenitores deben adaptarse a la nueva realidad. Se multiplican las tareas, los objetivos y las variables que hay que atender. Por este motivo, la culpa también puede estar vinculada con la dificultad para llegar a todo (cuando el presente se aborda desde las altas expectativas).

Además, el posparto se desarrolla en diferentes circunstancias al anterior. Por ejemplo, aumenta el cansancio. Es importante atender las necesidades de cada niño. Pero este alto nivel de dedicación también es exigente.

Y surgen las dificultades para encontrar el equilibrio en la atención que se dedica a cada hijo. Sin embargo, el amor no se entiende como una ecuación matemática. Pero cuando la búsqueda de la proporción y la medida se convierte en un objetivo permanente, aumenta la culpa. Sencillamente, porque surgen constantes comparaciones en el modo de cuidar, educar o criar a cada niño.

Por otra parte, el sentimiento de culpa también aumenta en la maternidad cuando las creencias en torno a la situación familiar parecen situar en una posición de vulnerabilidad al hermano mayor. Es decir, cuando los progenitores ponen el foco en aquello que creen que puede perder en lugar de en lo que puede ganar. Evidentemente, puede sentirse desplazado en algunos instantes. Tal vez viva el impacto de los celos. Pero también va a desarrollar herramientas para hacer frente a sensaciones incómodas.

Cómo superar el sentimiento de culpa en la bimaternidad

No tapes, ocultes o reprimas la culpa. Si sientes su impacto, sé amable contigo. Recuerda que, incluso cuando crees que no estás a la altura, tu intención siempre es clara: hacer las cosas lo mejor que puedes. Pon en perspectiva desde el presente los temores que te inquietaron ante tu primera maternidad. Seguro que puedes observar la evolución que has experimentado desde ese momento. Y algunos de los miedos que entonces te preocupaban, ahora pasan totalmente desapercibidos en tu vida. Pues bien, el paso del tiempo también dejará su huella en la culpa de la bimaternidad.

A través de tu crecimiento, resiliencia y autoconocimiento, lograrás gestionar el impacto de aquellas emociones y sentimientos desagradables que no son negativos, incluso cuando lo parecen. Aunque la culpa sí puede llegar a ser negativa cuando interfiere constantemente en tu maternidad. En ese caso, o incluso antes de que llegue ese momento, pide ayuda psicológica.

Opinión #culpa #maternidad