Cómo afrontar el sufrimiento de un parto traumático: 5 consejos

Tras la vivencia de un parto traumático, quedan emociones, sensaciones y recuerdos que pueden interferir en el bienestar anímico y personal. Cuando el pasado no se ha ajustado a las expectativas de un parto respetado, no es posible volver al ayer para cambiar el curso de los acontecimientos. Sin embargo, sí es posible reelaborar ese momento a nivel interno a través de diferentes recursos de ayuda. ¿Cómo afrontar el impacto posterior a un parto traumático?

1. No esperar a que pase el tiempo para pedir ayuda

A veces, el sufrimiento persiste durante mucho tiempo. La persona convive con dificultades que conectan con ese momento que vuelve al presente en diferentes instantes de la rutina. Quizá el paso del tiempo alivie el dolor emocional, pero conviene no esperar que haga todo el trabajo por sí mismo.

2. Habla sobre ello y comparte tu historia

Puedes compartir tu historia personal con otras personas. No solo con tu entorno más cercano, integrado por seres queridos que son un pilar clave en tu vida. Tal vez también puedas hablar con otras madres que han atravesado una experiencia similar. La comunicación es terapéutica cuando existe una conexión sincera y una escucha atenta.

3. No tomes decisiones muy importantes bajo la intensidad de una emoción

Este es un periodo complejo que puede influir, incluso, en otras decisiones de futuro relacionadas con la maternidad. Sin embargo, aunque el recuerdo de un parto traumático es complejo, e interfiere en el bienestar presente, eso no quiere decir que siga condicionando el futuro. Por ello, intenta no llegar a conclusiones definitivas o adoptar decisiones importantes en este momento. Tendrás tiempo para reflexionar con calma sobre cualquier asunto.

4. Acepta las emociones sin juzgarlas

Lo vivido en un parto traumático ya no puede modificarse porque nadie puede cambiar el pasado. A partir de lo ocurrido, es habitual que la persona experimente una gran variedad de sensaciones y emociones. A veces, el juicio negativo en torno a una emoción añade más dolor todavía. Por ejemplo, en ocasiones surge el peso de la culpa en torno a la tristeza, el enfado o la rabia. Sin embargo, es importante que la persona se dé todo el permiso para sentir o expresar sus emociones.

En relación con este asunto, también es importante que el entorno más cercano escuche sin juzgar las emociones y sensaciones de quien comparte una vivencia tan íntima. Hay mensajes que se pronuncian con buena intención, quieren evitar el peso del sufrimiento prolongado. A veces, lo que de verdad necesita quien ha vivido el proceso es atención y acompañamiento. No demanda una lista de consejos rápidos porque el dolor no se alivia de forma inmediata.

5. Ayuda psicológica

El entorno más cercano puede proporcionar un importante apoyo en la superación de un parto traumático a través de la compañía, el consuelo y la escucha. Sin embargo, el amor, la amistad y la familia, aunque son ingredientes muy valiosos, no son suficientes por sí mismos para curar el dolor.

La ayuda psicológica es importante por una razón esencial: los efectos derivados de un parto traumático y el modo en el que interfieren en el bienestar cotidiano deben analizarse de manera individual. También es importante potenciar el empoderamiento de la mujer para que, a partir de diferentes recursos, medios y herramientas, afronte la nueva etapa.

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