
Existen diferentes razones que pueden generar que una mujer embarazada tenga su visión borrosa, de este interesante tema hablaremos en la siguiente entrada.
Si notaste que tu visión en el embarazo está teniendo cambios no dejes de leer la siguiente entrada. Comenzaremos por decirte que en ocasiones los problemas en la visión se generan por los mareos que se producen al levantarse muy rápido, ya que existe una reducción en la cantidad de sangre que llegaría al cerebro, así la visión se volvería borrosa y aparecería una sensación de mareo.
Una de las características principales, y más llamativas, de los bebés recién nacidos son sus ojos. Esas dos inmensas ventanas que nos miran como queriendo descubrir qué sucede a su alrededor y cómo ha cambiado el paisaje desde el útero materno. La explosión de luz que les rodea, los ambientes cambiantes y la intensidad de los movimientos deben ser como un carrusel de emociones que les embarga y abruma tras el parto.
Los problemas de visión de los niños no suelen ser fáciles de detectar, aunque algunos gestos cotidianos nos pueden ofrecer algunas pistas: guiñar los ojos con demasiada frecuencia, quejarse de dolores de cabeza o un continuo lagrimeo debido al esfuerzo por enfocar bien la mirada. Ya cuando acuden a la escuela suelen quejarse de no ver bien la pizarra o sentir como se le emborronan las páginas de los libros. Sea como sea, es importante que podamos detectarlo a tiempo para poner las medidas oportunas.
La conjuntivitis es la inflamación o hinchazón de la membrana que recubre los párpados (membrana llamada conjuntiva). Los ojos de los pequeños se encuentran expuestos a diferentes peligros, como bacterias y diferentes sustancias que pueden llegar a irritar. Las lágrimas son las que se encargan de destruir a estas bacterias por medio de los anticuerpos y enzimas que contienen.
Uno de los graves problemas a los que se puede enfrentar un bebé prematuro es a la retinopatía, seria afección que puede desembocar en la ceguera. Se produce debido al anormal desarrollo de los vasos sanguíneos que se encuentran en la retina y que necesitan, de forma especial, el Omega-3 para su óptima formación.
Cuando los pequeños empiezan a sentarse, agarrar sus cosas y en algunos casos a gatear es una señal que comenzaron a desarrollar sus habilidades motoras y empezaran a perfeccionar sus sentidos, a comprender lo que están haciendo y a prevenir lo que sienten.