
Las prioridades en la búsqueda de empleo también están relacionadas con los cambios que se producen en la vida personal. De este modo, cuando una persona forma una familia, su carrera laboral queda integrada en un proyecto de vida en el que el rol de la maternidad o la paternidad está muy presente. Una de las oportunidades más valoradas actualmente es aquella que ofrece el horario flexible. Una ventaja que es clave para planificar la gestión del tiempo de forma consciente, en perfecta sintonía con las necesidades familiares.
La incertidumbre laboral nunca resulta una experiencia cómoda. Y, sin embargo, la sensación de inseguridad puede ser mayor todavía para quien tiene una familia a su cargo. La maternidad y la paternidad, en la actualidad, están condicionadas por diferentes factores. Y la inestabilidad laboral es uno de los aspectos que puede modificar un proyecto de vida que transcurre en un entorno VUCA. Es decir, en un entorno incierto, volátil e imprevisible.
Emprender un negocio, en cualquier etapa de la vida, es un proceso ilusionante pero complejo. Las dificultades forman parte de este camino, y esta sensación de incertidumbre puede intensificarse todavía más en tiempos de crisis. Pero el ser humano también encuentra constantes dosis de inspiración a su alrededor. Muchas madres emprendedoras son un referente para quienes tienen una idea que no saben cómo llevar a la práctica. En la agenda del I Congreso Mami Emprende participa un amplio grupo de profesionales.
El trabajo ocupa una parte importante en la vida de tantos profesionales que, además del desempeño de una ocupación, disfrutan de su proyecto familiar y personal. El objetivo de la conciliación de estas esferas de la vida, junto con el propio tiempo para uno mismo, hace que muchas personas prioricen de modo especial aquel empleo que ofrece esta oportunidad. El día 1 de mayo es el Día del Trabajador.
Ya están dando los últimos coletazos del mes de agosto y, con él, los meses de vacaciones por excelencia. Aunque todavía son muchos los trabajadores, que debido a sus distintos turnos, disfrutarán del descanso a lo largo del mes de septiembre, los que tenemos niños siempre procuramos haciéndolas coincidir con las escolares, especialmente para aquellos que ya tienen que cumplir el horario estricto del colegio.
Hace unos días comentaba que había tenido que hacer frente a una situación bastante curiosa: tenía que trabajar, pero a la vez era mi deber estar con el niño, cuidándolo durante una o dos horas. Trabajo delante de un ordenador, por lo que no es algo que me pueda llegar a parecer excesivamente difícil. Sin embargo, es evidente que debo compartir la atención de lo que estoy haciendo con la atención que prodigo al niño. Eso solo en las ocasiones en las que debo compaginar las dos tareas (han sido solo dos-tres veces).
A no ser que tengas un trabajo peligroso o tu ginecólogo te recomiende dejar tu tarea laboral, o incluso que tú misma decidas dedicarte más tiempo a ti y a tu nuevo estado, la vida debe continuar del mismo modo que la estás realizando hasta el momento. Por ello si tienes un trabajo adecuado, lo más normal es que lo continúes hasta que decidas tomarte la baja para entregarte al momento del parto de forma más tranquila.
Estar embarazada no significa estar enferma ni impedida para seguir con tu vida normal. Es cierto que, especialmente en la recta final, te encontrarás más pesada y con más limitaciones a la hora del movimiento, pero ni siquiera eso debe suponer una barrera para que, por ejemplo, sigas con tus tareas laborales, siempre que no supongan ningún riesgo ni para tu salud, ni para la del bebé.