Nada más nacer, nuestro bebé tiene que adaptarse a un nuevo mundo del que cada día va descubriendo nuevos aspectos. Es por ello que su sed de curiosidad es infinita, empujándole a explorar todo lo que le rodea de una forma directa y sin intermediarios. En cuanto empieza su autonomía, el gateo y los primeros pasos, esa exploración deja de ser sólo visual o sonora, para convertirse en táctil e, incluso gustativa.
El momento ideal para que los niños se adapten al agua y a la tierra, se considera entre los cero y los tres años. Es la opinión de la fisioterapeuta y experta en neurología infantil, Noemi Suriol, que dirige un centro en Barcelona para el desarrollo integral del niño.
Todas sabemos la importancia de comer sano, especialmente durante el embarazo. Entonces, ¿porqué algunas futuras mamás sienten el deseo irrefrenable de comer algo no comestible?. Hemos hablado de la Pica refiriéndonos a bebés y niños pequeños, pero pocos saben que es un trastorno frecuente durante el embarazo. El tipo más común en este caso es la geofagia, consumo de tierra y arcilla y la pagofagia, consumo de hielo. En algunos lugares del mundo es frecuente consumir tierra o arcilla para evitar las nauseas o para cortar la diarrea. Incluso hay sitios donde se vende arcilla para su consumo.
La Pica es un trastorno alimentario que consiste en comer objetos o sustancias no comestibles. Comen compulsivamente arcilla, tiza, tierra, jabón, hielo e incluso excrementos animales y se considera Pica si lo hace durante más de un mes. Se calcula que es un trastorno que sufren entre un 10 y un 32 por ciento de niños entre 1 y 6 años.
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