Un bebé al nacer solo sabe hacer tres cosas: llorar, succionar y dormir, lo único que necesita para procurar su supervivencia junto al amor de su familia. No sonríe, no juega, no puede pedirnos nada. Los padres deben tratar de darle lo que necesita y al igual que nos preocupamos por que coma, tenemos que facilitarle el descanso. Pero en ambos casos sin exagerar.
Suele ser frecuente que nuestro bebé lleve un ritmo descontrolado a la hora de coger su sueño, pero poco a poco se va regulando con el tiempo, haciendo que las noches se vayan alargando a la hora de dormir, y los días tengan sus siestas controladas. Pero también ocurre que nuestro pequeño acabe entrando en una espiral en la que el sueño esté totalmente descontrolado. Es lo que todos conocemos como insomnio.
Hasta ahora sabíamos perfectamente que los hábitos, costumbres y prácticas cotidianas afectaban directamente a nuestro bebé a lo largo del embarazo, pero lo que seguro que no conocías es que ésto también les influye en la forma de descanso y sueño que presentan una vez ha nacido, incluso a lo largo de toda su infancia.
Suele ser bastante habitual durante el embarazo, y especialmente a lo largo del último trimestre, que se sufran molestos dolores de cadera o de espalda. La ciática o dolores lumbares son mucho más frecuentes de lo que pudiera parecer, y aunque se trata de una molestia pasajera, sí resulta especialmente dolorosa durante este periodo. Pero ¿qué podemos hacer?
Es habitual que, a lo largo del embarazo, nuestro descanso en el sueño se vea alterado. Al menos durante el último trimestre, entre buscar la posición más cómoda y dejar a un lado los temores y dudas que nos embargan, al acercarse el momento del parto, nuestro sueño deja de ser ese estado plácido en el que sucumbimos después de una jornada intensa. Pero no debemos olvidar entre lo que supone una preocupación, que acabará disipándose con la llegada del bebé, o una búsqueda de la mejor postura, a una alteración respiratoria, también conocida como apnea, que puede provocar distintos problemas tanto para ti como para el bebé.
El mundo de los sueños es todo un misterio. Una vez nos vamos a la cama y caemos en los brazos de Morfeo, todo lo que pasa por nuestra mente es como una puerta abierta hacia un mundo que no siempre podemos controlar. Desde imágenes hermosas, deseos ocultos, escenas de las vivencias cotidianas, hasta los más terribles temores, pueden ser vividos por nuestra mente con tal intensidad que casi parecen totalmente reales.
Todo poeta lleva dentro de su corazón al niño que fue. Ya hemos podido comprobar en otras ocasiones como aquellos poetas que han sido conocidos, y reconocidos, por su escritos para adultos, también han dejado un hueco muy importante dentro de su producción poética, para dedicarla al mundo infantil. Y es que a través de los ojos sensibles de los poetas, la vida parece tomar otra forma, otro sentido.
Durante los primeros años de nuestro bebé parte del día y la noche la van a dedicar a dormir. Es como si a través del sueño fueran recargando energía para poder enfrentarse a todo lo que la vida les va a ir poniendo en su camino. Estas horas de sueño se irán acortando hasta conseguir que sólo sea en horario nocturno, salvo alguna pequeña siesta, cuando el niño descanse. Durante este tiempo su sueño será plácido y relajado hasta que alrededor de los 2 o 3 años que pueda aparecer alguna alteración, también conocida como pesadilla.
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