Cierto es que vivimos en una era en la que el exceso de pulcritud, de limpieza y de hermetismo ante los agentes exteriores, está convirtiendo a nuestros bebés en seres frágiles que apenas desarrollan un sistema inmunológico totalmente maduro y preparado ante la invasión de distintos virus y bacterias, pero de ahí a limpiar con mi propia saliva su chupete, creo que hay una diferencia.
Recientes investigaciones, financiadas por la Fundacion Meningitis Research y llevadas a cabo por la Queen’s University y la Salud Belfast y Social Care Trust desarrollaron una prueba novedosa sobre la meningitis. Ellos creen que esta enfermedad, si es diagnosticada en las primeras etapas tendria la capacidad de salvar vidas.
El citomegalovirus, perteneciente a la familia de los herpesvirus, es muy común entre los niños pequeños y habitualmente no da ningún síntoma ni complicación. En todo caso los síntomas son leves y se parecen a los de la mononucleosis. A los 40 años casi el 85 por ciento de la población ha sufrido citomegalovirus sin saberlo. Es muy frecuente entre los niños que van a guardería o jardín de infancia, pero como hemos dicho normalmente nadie se percata de la infección.
Poder identificar a las embarazadas con riesgo de tener un parto prematuro es importante para poder tomar medidas preventivas y poder estudiar los motivos por los que se producen. Un equipo del University College y el King’s College de Londres, ha demostrado que las mujeres que tienen un parto prematuro, antes de la semana 34, tienen bajos niveles de progesterona en la saliva, ya en la semana 24. Con una simple muestra de saliva se podría prever un parto extremadamente prematuro.
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