El hogar es el espacio en el que los niños adquieren una gran cantidad de aprendizaje. El proceso de descubrimiento no solo se contextualiza en el espacio físico del propio inmueble, sino también en el marco afectivo de un vínculo que tiene una estructura interna. La relación entre padres e hijos adquiere formas diferentes a lo largo de la vida. El vínculo con el bebé comienza teniendo una esencia vertical.
Ni la rectitud exagerada ni el amor anárquico es el modelo ideal para criar a nuestros hijos, el problema es que muchas veces lo olvidamos. Nuestros niños deben estar bien tratados. Pero entre la educación y la mala educación, criar o malcriar, hay una línea tan delgada que no siempre sabemos cuando y como la cruzamos.
La primera vez que una mujer se queda embarazada se le acumulan un montón de interrogantes y dudas con respecto a este nuevo acontecimiento en su vida. Si bien se trata de un hecho tan normalizado que cualquier mujer puede ser madre, más allá de su preparación, sus temores o sus reticencias, sólo aquello que se vive de forma individual es único y exclusivo, por lo que cada embarazo es un mundo distinto al resto.
En muchas ocasiones las mujeres acuden al centro hospitalario sin conocer exactamente cuales son sus derechos. No debemos olvidar que la ley sanitaria protege tanto la intimidad como la dignidad de los pacientes, también a ser informados convenientemente y a tomar decisiones libres según las alternativas que se planteen. Y el momento del parto no iba a ser menos.
Hace unos días en la web de la CNN contaban que se había expulsado a un pasajero de un avión por su olor. El debate entre los lectores derivó en otro, los niños y bebés durante el vuelo. De forma similar a lo que ocurre con los hoteles, algunos pasajeros piensan que no se debería dejar volar a los pequeños en viajes largos. Otros por el contrario, entienden que son niños, pero en lo que todos parecen coincidir es que son los padres los que deberían controlarlos.
Los bebés son un libro en blanco que se va escribiendo desde el momento en que nacen. Nosotros como padres somos los principales responsables de las primeras páginas de ese libro. Y, deberíamos preocuparnos tanto del contenido como de las formas. Es decir, a la vez que le vamos enseñando a caminar por la vida, debemos enseñarle a hacerlo correctamente.
En el tipo de sociedad en la que vivimos a veces se nos olvida que nuestros niños necesitan, más que de las palabras o los consejos, ejemplos y gestos con los que formar con solidez su vida emocional futura. Un niño cuya base se erige en la aceptación, el amor y la alegría, será sin duda, un futuro adulto respetuoso, amable y capaz de entregar amor y generosidad a su alrededor.