Algunas mujeres al pasar los 35 años de edad comienzan a sentir ciertas presiones vinculadas a la maternidad. En ocasiones debieron soportar frases como ‘¿No te parece que deberías evaluar la posibilidad de tener un hijo antes de que pase más tiempo?’, este tipo de comentario puede ser bastante molesto y doloroso. Aún hoy existen muchas falsas creencias vinculadas a la edad y la fertilidad.
Mi experiencia como madre me ha llevado a relacionarme con muchas mamás y he tenido ocasión de debatir y compartir experiencias sobre la lactancia. Todas comparten la creencia de que la elección sobre lactancia natural/artificial deber ser algo personal, aunque cada una de ellas vea con mejores ojos una de las dos. Todas sabemos que la lactancia natural es la más recomendable en los primeros años pero somos comprensivas y tolerantes con la lactancia artificial.
Una investigación realizada en La Paz demuestra que entre el 3 y el 5 por ciento de las embarazadas que dan a luz pueden tener tensión arterial alta. Estas pacientes han desarrollado durante el embarazo tensión arterial alta y proteínas en la orina, que son causa de riesgos y complicaciones en la madre.
Cuando a nosotros nos parece que nuestro bebé solo hace lo que le apetece y va por libre, resulta que ya puede estar influido por el grupo, si este lo forman niños de su edad. Así lo concluye un estudio realizado por Daniel Haun, de los Institutos Max Planck de Antropología Evolutiva y Psicolingüística en Alemania y los Países Bajos. Según esto el bebé con solo dos añitos es más propenso a actuar de un determinado modo si ve que la mayoría de niños pequeños lo hace también.
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