Este día marcado en el calendario como la fecha de papá es un buen momento para que los niños homenajeen a su padre y éste disfrute del cariño y las carantoñas de sus retoños. Más aún hoy cuando los padres se involucran algo más en el cuidado y la educación de sus hijos. No tanto como nos gustaría a las mamás, pero más de lo que los hombres estaban acostumbrados. Para los que aún no se han decidido a ayudar, el Día del Padre es perfecto para empezar.
Los parques infantiles deben ser un lugar seguro y protegido para los niños donde puedan jugar, hacer vida social y ampliar, entre otras cosas, sus habilidades psicomotrices. Lo fundamental de estos recintos es que estén bien protegidos y sean seguros a fin de evitar todo riesgo de lesiones, caídas o golpes. También las instalaciones: columpios, balancines, toboganes, etcétera deben cumplir una serie de requisitos para que nuestros pequeños estén debidamente protegidos. Desgraciadamente y, a tenor de lo denunciado, todas estas normas no siempre son respetadas.
El corralito para bebés es un artículo clásico que hoy en día se sigue utilizando aunque tiene sus detractores. Los argumentos, que yo conozco, contra el uso del parque es que el niño parece estar enjaulado, que le restringe el movimiento y que su vista no se desarrolla correctamente de lejos al tener todos los juguetes al alcance. No sé de ningún estudio pediátrico que aporte datos sobre los perjuicios del corralito.
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