Un ser humano experimenta distintas necesidades emocionales a lo largo de su vida. Las circunstancias externas no determinan la respuesta personal, pero sí influyen en el contexto que atraviesa el protagonista. El pasado 17 de noviembre se celebró el Día Mundial del Niño Prematuro.
El análisis de la realidad interpretado desde distintos puntos de vista durante el confinamiento ofrece respuestas concretas a partir de diferentes investigaciones llevadas a cabo. Los profesionales de la salud en distintos países han constatado que se han producido menos nacimientos prematuros en los hospitales. Como ya sabes, el aislamiento social fue una medida preventiva para minimizar el avance de la pandemia.
El mundo de la farándula, la televisión o el famoseo en general, está repleto de sorpresas que, cada año, llenan las portadas de las revistas y los portales de internet para dar puntual información de lo que acaece en la vida de los famosos de todo tipo. Las vicisitudes de sus vidas personales son más importantes, en la mayoría de ocasiones, que sus logros profesionales. Así que ¿cómo no convertirse en todo un acontecimiento que estos famosos se conviertan en padres?
Terminamos un año más haciendo el repaso de aquellos bebés, de padres famosos, que han visto la luz a lo largo de este año. Bebés que, incluso antes de nacer, ya habían conseguido ser especialmente conocidos y deseados, ocupando miles de páginas en la prensa rosa, esa de la que, aunque queramos, no nos podemos desprender. Gente del deporte o el espectáculo acaban convirtiéndose en seres cercanos y queridos, casi tanto como si se tratara de la propia familia.
El mundo de la prensa rosa y de los famosos es uno de los más valorados y queridos dentro de nuestra sociedad. Por más que queramos ignorar las vivencias de los personajes del espectáculo o el deporte, se cuelan en nuestra casa día a día, haciendo que se conviertan, de algún modo, en parte de nuestra familia.
Ya sólo quedan unos días para acabar un año más y dar paso a un nuevo calendario. Estos días, que vienen repletos de fiesta y diversión, también suelen estar acompañados por alguna que otra reflexión y meditación que nos ayuda a ir encaminando y dando forma a nuestra vida. Días para hacer balance, de lo bueno y de lo malo, pero, sobre todo, para seguir alimentando la esperanza.
Ya nos quedan muy pocos días para cerrar un calendario más. Con el 2015 se nos van un montón de días, horas y minutos en los que hemos encontrado felicidad, esperanza y nuevos motivos para seguir apostando por el futuro, y es seguro que para el próximo año vamos a hallar razones especiales por las que no abandonar la lucha del día a día. Especialmente para aquellos que tenemos hijos, ellos consiguen empujarnos más allá de los límites de cualquier desaliento.
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