Una ludoteca es un lugar de ocio y diversión para los niños. Allí encuentran un buen número de estímulos, a través de los libros y los juguetes educativos, para crecer divirtiéndose y compartiendo con los demás niños su tiempo libre. Es una forma amena y entretenida de acercarse a otros objetos y actividades que, posiblemente, no tengan en casa y les resulta muy beneficioso para su crecimiento.
Cuando nos planteamos un lugar donde dejar a nuestro pequeño a temprana edad (sobre todo por motivos de trabajo), siempre lo asociamos a lugares donde ya los preparen de cara al futuro. Donde tengan una docencia desde ya o unos conocimientos de idiomas que serán claves en su futuro. ¿Alguna vez nos preguntamos que es lo realmente adecuado a la edad de dos o tres años? ¿De verás eso es necesario a esa edad? Yo no lo creo.
Son muy jóvenes, menores de edad, pero han tenido tiempo para delinquir y en algunos casos para maltratar a sus parejas o ser padres, e incluso para ambas cosas. Están en el centro de menores José de las Heras en Madrid y tienen una oportunidad para aprender lo que significa la paternidad y ponerlo en práctica con sus bebés. La Comunidad de Madrid ha iniciado en este centro dos programas pioneros en España, además de los itinerarios formativos generales, para que puedan reinsertarse a la sociedad y tengan una nueva oportunidad.
Conciente de sus necesidades particulares, desde su apertura, el Hospital de Manises ha mostrado especial simpatía por los niños; procurando darles el mejor servicio posible, ha dispuesto un servicio de urgencias con zona diferenciada de pediatría, para que los pequeños tengan una sala de espera y observación más adecuada.
Desde hace diecisiete años que la Institución Ferial de Tenerife abre sus puertas, durante estas semanas, al público infantil y juvenil. Desde mediados de diciembre hasta el 10 de enero, el recinto de la feria se convierte en un gigantesco paraíso de entretenimiento y diversión para los más pequeños de la casa, además de conseguir espacios adecuados para los adultos donde también, a través del juego, recibir su justa compensación.
Ya hemos hablado en múltiples ocasiones de la necesidad de prestar a nuestro bebé todas las opciones posibles para su desarrollo físico y psíquico durante el primer año de su vida. Es vital, durante este periodo, estimular al pequeño con múltiples opciones que le hagan tomar contacto con el mundo que lo rodea así como con sus propias capacidades manuales y mentales. Los padres deberíamos ocuparnos de estas actividades al igual que lo hacemos con la alimentación o el aseo, por ejemplo.
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