Coger peso durante el embarazo es lo normal, pero no son nueve meses de carta blanca para engordar todo lo que queramos. Es importante mantener una dieta saludable y controlar los kilos para que no sean excesivos. No se trata sólo del cuerpo que le quedará a la madre tras el parto, sino de las consecuencias que puede tener para el bebé tanto los kilos de menos como los de más.
El peso durante el embarazo es un tema habitual entre las futuras mamás. Algunas ven este periodo de sus vidas como un alivio, en este sentido, al no tener que estar pendientes de su figura, y para otras no ganar demasiado y recuperarse bien después, se convierte casi en obsesión. Pero al margen de las consideraciones personales, hay unos parámetros que se consideran saludables para la madre y el bebé, y en los que tendríamos que intentar movernos todas las embarazadas, procurando no excedernos pero tampoco no llegar.
¿Cuánto pesa ya? Esta es una de las preguntas típicas que las embarazadas suelen hacerle a su ginecólogo con más frecuencia durante la gestación. En especial, esta cuestión se hace constante en la última etapa del embarazo, ya que es importante que el niño tenga un peso suficiente. Hemos leído noticias de recién nacidos de 9 kilos y de 700 gramos, pero estos casos son raros por exceso y por defecto.
En realidad es algo que casi todas las madres sabíamos pero nunca está de más que lo confirme un estudio serio. Una encuesta realizada por la compañía Onepoll a 5.000 padres británicos, revela que los futuros papás engordan una media de 6,35 kilos durante la gestación. En otro artículo os contamos lo que era el Síndrome de Couvade, por el que los padres pueden tener trastornos propios del embarazo.
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