
Tras la publicación del artículo cómo prevenir los celos del hermano mayor hacia el bebé, en este nuevo post de Uno más en la familia describimos más concretamente cuáles son los signos que pueden identificar estos celos para indicar estas señales en su fase inicial. El síndrome del príncipe destronado describe la sensación de sentirse desplazado que experimenta un niño cuando siente celos hacia su hermano menor.
La relación entre hermanos es una de las que primero descubren los protagonistas a través de un vínculo distinto al de la amistad. En este tipo de vínculo existen además cuestiones distintas. Por ejemplo, la diferencia de edad. Este momento de cambio en la familia, a veces, está acompañado por la preocupación de padres y madres que desean el bien común. Los celos no se producen de manera generalizada a modo de causa y efecto en esta situación, de hecho, es recomendable observar esta cuestión desde la comprensión en torno a una emoción al entender qué cambios experimenta el niño mayor y a los que tiene que adaptarse poco a poco.
Cada niño tiene su ritmo totalmente individual y personal, por eso los logros que va consiguiendo a lo largo de sus primeros años, no siempre se ajustan en el tiempo ni en la intensidad. No hay una regla de oro que aglutine a todos los bebés, y esto lo podrás comprobar en cuanto tengas más de un hijo. A pesar de aplicar las mismas normas o seguir las mismas pautas con ambos, cada uno irá dando sus propios pasos según su maduración, deseos o "milagroso destino".
La llegada del bebé a una casa supone una infinidad de cambios que a veces no somos capaces de digerir de la forma correcta. Es cierto que cada uno tenemos nuestro ritmo, nuestra forma de entender y vivir la vida, y, sobre todo, nuestra manera de entender y disfrutar del amor. Comparar el sentimiento que se tiene hacia los hijos con respecto al de la pareja es totalmente absurdo, quizás por eso surgen los problemas cuando intentamos equiparar uno con otro.
Una de las preocupaciones de los padres ante el nacimiento de gemelos, además de la propia crianza, es la relación que se produce entre ellos. Según las estadísticas y los estudios llevados a cabo, el número de disputas y celos aumenta en los gemelos, más incluso que entre los hermanos de diferentes edades. Es por ello que los padres deben estar atentos a fin de que se produzca una convivencia en paz y armonía.
Aunque habitualmente, asociamos el sentimiento de los celos en los niños hacia el hermano recién nacido, hay también una edad en la que van dirigidos a otras figuras: los padres.
Te seguimos contando acerca de los diferentes momentos por los que pasan nuestros hijos ante la llegada de un hermanito. No todo es felicidad, pero tampoco todo es tristeza, mucho dependerá de nosotros como encaremos el tema y lo que le trasmitamos a ellos.
A veces ante la llegada de un hermanito, el hermano mayor actúa como si el bebé no existiera, como si el nacimiento no lo involucrara. Incluso desde antes de que llegue casa, los más grandes siguen con su vida como si el recién nacido fuera invisible. Es una forma de negar la realidad y de no oponerse al cambio. Cree que actuando si no existiera.
Lo que sucede por lo general es que la llegada de un segundo hijo viene junto con una gran transformación vital de todos los miembros de la familia. Los primerizos (y los otros también) no solo sentirán celos sino que se verán envueltos en miles de sentimientos sumamente contradictorios, debemos tener presente que de la noche a la mañana de pasar de ser el único y el más importante pasa a sentirse relegado.