
El entorno vital de nuestro bebé, antes de nacer, es el agua. El líquido amniótico se convierte en el paisaje perfecto en el que desarrollarse durante esos nueve meses en los que goza de la tranquilidad de nuestro vientre. Por eso no es extraño que la mayoría de bebés, nada más nacer, acepten de buen grado sus inmersiones en el agua. Los baños diarios, en brazos de mamá y papá, se convierten en algo más que una función necesaria para el aseo, sino en todo un placer que les evoca sus primeros latidos.
Llegado el verano, llegan también unas prácticas muy saludables con las que disfrutar del aire libre. Con el fin de aliviar las altas temperaturas, lo más requerido son las visitas a las piscinas o a la playa. A los niños les encanta, convirtiéndose en su lugar de juegos ideal para estos días. Sin embargo es importantísimo que aumentemos las precauciones ya que, según nos recuerdan los pediatras, un bebé puede ahogarse en sólo dos centímetros de agua.
Existe el mito que el agua de canela sería muy buena para la dilatación en el momento del parto, por esa razón son muchas las embrazadas que la beben al llegar al final de la gestación. Hoy te contaremos si ese mito es real o no.
Si nos preguntamos desde qué momento el bebé necesita tomar agua, la respuesta es sencilla y obvia, la necesita desde que nace, pero en ese momento de la vida la necesidad estará cubierta por la leche. Este es el único líquido que el bebé requerirá en sus primeros meses de vida.
Beber agua es fundamental para el ser humano, pero hay situaciones en las que, además, se convierte en la mejor de las armas para combatir ciertas complicaciones o malestares. Beber suficientes líquidos, sobre todo agua, nos ayudará a sentirnos en forma, bien hidratados y, sobre todo, evitar algunos de los problemas que suelen aquejarnos cuando nos encontramos gestando.
Casi todos tenemos clara la importancia de llevar una dieta sana y equilibrada en todo momento y, especialmente, durante el embarazo y la lactancia. Sin embargo tendemos a olvidarnos de algo tan importante como el agua, el principal ingrediente de nuestra dieta. El agua mineral natural no solo nos hidrata, además aporta minerales esenciales que nuestro cuerpo necesita pero no es capaz de fabricar por si mismo. En España contamos con más de 100 aguas embotelladas diferentes, de las que el 80 por ciento son aguas naturales de mineralización débil, aptas para todos los miembros sanos de la familia.
Beber agua es vital para el desarrollo y la supervivencia humana. El agua es la forma más sana de hidratarnos en todas las etapas de nuestra vida, pero mucho más si nos encontramos en un momento especial como es el embarazo. No debemos olvidar que durante estos meses nuestras necesidades alimenticias varían en muchos aspectos básicos, especialmente en la bebida. Dejamos a un lado los cafés, los refrescos o bebidas azucaradas y, por supuesto, el alcohol. Así que el agua se convierte en el líquido predominante para nuestra hidratación.
Dice la tradición popular que el agua que corre en Artana, un bonito pueblo de Castellón, es la causante de que la mayoría de embarazados que se suceden sean de gemelos. No estaría mal pensar que así es, aunque esa idea ya ha ido quedando un tanto olvidada, dejando paso a los nuevos razonamientos científicos o, incluso, que solo sea fruto de la casualidad. Pero lo cierto y verdad, es que este pueblo castellonense está en el número uno de nacimientos gemelares de nuestra geografía.
El agua es fuente de vida, todos los médicos nos aconsejan mantenernos hidratados, en especial darle de beber agua a los más pequeños para cuidar su salud, pero, en algunos sitios del mundo son muchos los pequeños que mueren por enfermedades vinculadas al agua.