A los seis meses si tu bebé no te ve, para él no estás

A los seis meses si tu bebé no te ve, para él no estás

Escrito por: Belén    8 febrero 2011     2 minutos

Todos somos conscientes de la ayuda que puede necesitar una mamá reciente, la falta de sueño, la recuperación del parto y el tiempo que se tarda en hacerse con la nueva situación. Sin embargo, al poco tiempo todo forma parte de la rutina y esa mamá se da cuenta que su bebé basicamente come y duerme, y así es durante los primeros meses. Pero, a partir de los 6 meses más o menos, la crianza del niño se vuelve mucho más exigente.

A esa edad ya toman cuatro comidas diarias, duermen casi toda la noche y de día hacen sus sietas. Ya se entretienen un poquito con algún juguete y también son conscientes de su familia. Reconocen a papá, mamá y los hermanitos si los hay y quieren estar con ellos. Pero es una edad en la que no les basta con oirte, si no te ven cerca, no estás y te reclaman. Para las madres, o padres, que se quedan en casa criando de sus hijos, esta es una etapa de mucha dependencia.

Hasta que no pase un poco de tiempo y el bebé se entretenga de verdad con sus cosas, y le baste con oirte para quedarse tranquilo sabiendo que estás cerca, no podrás hacer practicamente nada. El niño sólo está tranquilo si estás a una distancia a la que puede tocarte. Le dejas jugando en el parque, la trona o la hamaca y en el momento en que sales de la habitación llora reclamándote. Es cuando la frase me quedo en casa para cuidar de mi hijo, tiene verdadero sentido, puesto que no puedes hacer nada más que estar pendiente de él o dejar que llore un ratito.

Yo veo como un privilegio poder estar dedicado a tu hijo pero a los seis meses no tienes tiempo de desconectar y puede ser muy estresante. La ducha es un privilegio, hacer la comida una carrera y la casa está manga por hombro. Si alguien me pregunta cuando necesita más ayuda una mamá, sin duda, tras los primeros días después de volver del hospital, es entre los 6 y los 9 meses. Ayuda al menos para poder relajarte un ratito y poder aunque sea hacer una papilla con calma.

Como todo, tiene su parte buena, es una edad de descubrimientos, en los que cada día podrás contar algo nuevo de tu peque. Ya interactúa contigo, te responde a los grititos si le imitas, te toca, te sonríe, te agarra con fuerza…sabe quien eres y demuestra que quiere estar contigo. Yo no lo cambio por nada, pero a ratos (muy pocos) me gustaría tener una oficina desde la que echarle de menos.

Foto | Flickr-Sean Dreilinger


2 comentarios

  1. mar dice:

    exelente esta super descrito la estapa que vivemi bb y lo que estoy viviendo. menos mal es normal y esperanza de que esto cambiara..

  2. Belén dice:

    Mar, sí cambia, pero luego la echamos de menos y somos nosotras las que les reclamamos. Lo cierto es que es una etapa agotadora y mientas la vives se hace un poquito complicada. Enhorabuena por tu peque y gracias por tu aportación. Un saludo.