Los reptiles, unas mascotas distintas

Los reptiles, unas mascotas distintas

Escrito por: Sacra    29 agosto 2009     2 minutos

No es del todo extraño que, en las familias, se busquen mascotas cada vez más extrañas y exóticas. De los amables perros o simpáticos gatos, hemos ido ampliando el círculo hasta conseguir meter en casa cualquier ser vivo que nos apetezca. Mi sensación particular es que, el ser humano, creyéndose el rey de la creación, aún sigue intentando jugar a ser dios e intentar dominar a su antojo cualquier símbolo de vida que le rodee.

Los reptiles, además, han conseguido hacerse muy populares entre las mascotas preferidas de los niños. Tortugas, iguanas, lagartos e, incluso, serpientes son algunos de los animales más buscados en las tiendas especializadas. Pero hay ciertos riesgos que debemos tener en cuenta, sobre todo cuando estos son manejados por niños, ya que los reptiles son un foco importante de bacterias.

Las mujeres embarazadas y los niños pequeños no deben manipular, bajo ningún concepto, los reptiles. Hay muchos expertos sanitarios que desaconsejan tener uno en casa siempre que haya un niño menor de tres años. Y es que los reptiles son portadores de la bacteria salmonela, por lo que nos puede infectar gravemente.

El mayor riesgo que aportan estos animales es a la hora de su manipulación. Debemos tener mucho cuidado en que nunca entren en contacto en los lugares donde preparamos o guardamos alimentos. El contagio de estas bacterias se produce de forma fácil e inmediata. De igual modo debemos asearlos o limpiar su jaula en espacios indicados para ello, lejos de nuestras zonas personales de aseo o alimentación. Eso sí, usar siempre guantes.

Todavía no existe demasiada información al respecto, por eso lo mejor es informarse bien antes de adquirir uno de estos animales que, siguiendo unas normas, pueden ser grandes compañeros pero, como el resto de mascotas, no es sólo un capricho ornamental.

Vía | Crece Bebé
Imagen | Duiops


2 comentarios

  1. Alejo dice:

    Yo tengo dos geckos leopardo y la verdad es que me encantan!! Y son más fáciles de cuidar que un perro.