¿Qué son los materiales no estructurados para niños?

Los recursos de aprendizaje y los juguetes propician el contacto con la realidad. Son medios creativos con los que el niño interactúa. Sin embargo, un recurso educativo tiene una forma perfectamente estructurada: es aquel que cumple con la funcionalidad esencial para la que ha sido diseñado.

Es decir, presenta un uso específico. Con frecuencia, los niños reciben regalos que no llaman su atención a largo plazo. Son objetos que pronto caen en un segundo plano. Por el contrario, los detalles más sencillos pueden convertirse en el entretenimiento preferido de los peques.

Algunos objetos cotidianos también pueden utilizarse como juguetes

En ocasiones, el pasatiempo seleccionado tiene la forma de un utensilio no estructurado. Es un objeto que se transforma en un juguete que el peque manipula y explora a través de los sentidos. Un elemento no estructurado es aquel que posee más de un uso. Y el niño ha observado una diversión en ese elemento.

Un juego estructurado está perfectamente organizado. Posee un manual de instrucciones que proporciona indicaciones concretas. Sin embargo, el material al que hacemos referencia en el post crea las condiciones esenciales para desarrollar el juego libre. Son materiales que alimentan la imaginación y que adquieren un significado personal para el niño. La propia conexión con la naturaleza deriva en la búsqueda de ingredientes con los que el peque se entretiene.

Pero también es posible encontrar materiales no estructurados en puntos de venta especializados. En el propio hogar hay elementos que forman parte de la rutina cotidiana y que pueden reinventarse desde una perspectiva distinta. Una caja de cartón, por ejemplo, despierta la curiosidad infantil. El material no estructurado es clave para impulsar y crear nuevas formas de entretenimiento. El niño tiene la posibilidad de explorar la realidad más allá de la apariencia. Y descubre objetos que proporcionan múltiples posibilidades. Recursos que esconden un universo creativo de diversión, imaginación y felicidad. Sin embargo, esos bienes no están condicionados o determinados por normas y límites perfectamente establecidos.

El proceso de interacción es personal, abierto y espontáneo. Aunque la actividad no esté acompañada por un manual de instrucciones, sí es importante que el adulto supervise el juego. Su acompañamiento es clave para crear un entorno seguro. Los niños desarrollan nuevas habilidades y capacidades como protagonistas de un juego que tiene su propio punto de vista. Aunque los materiales no fuesen diseñados con una perspectiva lúdica, sí presentan un gran potencial formativo, emocional y humano.

Los materiales no estructurados son muy económicos

Otra de las ventajas que ofrecen los materiales no estructurados es que son muy económicos. De hecho, como hemos comentado, muchos de los productos que presentan un uso cotidiano en el hogar pueden utilizarse para investigar y explorar el entorno. Un elemento que no está acompañado por un manual de instrucciones es versátil y adquiere formas diferentes en función del momento. Piensa en el ejemplo de una caja de cartón que contiene tantas alternativas en un formato aparentemente pequeño.

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